Isco Alarcón ya está en España. El flamante MVP de Europeo sub´21 llega con el trofeo continental bajo el brazo, con una gran experiencia internacional y con su caché por las nubes. Su gran actuación en Isreal le ha revalorizado a todas luces, le ha puesto en el escaparate futbolístico y ya nadie duda que los 35 millones de euros de su cláusula sean una locura.

Pero su futuro sigue siendo una incógnita. El malagueño aterrizó en la noche del miércoles a última hora. Lo hizo con el resto de sus compañeros. Hizo noche en Madrid. Tuvo recepción en la Moncloa por la mañana junto a Mariano Rajoy, presidente del Gobierno. Y ya por la tarde comenzó sus merecidas vacaciones tras disputar un total de 56 partidos oficiales este año.

Sin embargo, la tranquilidad del malaguista no será máxima. En el horizonte se dibuja un futuro incierto. A su llegada a Barajas, Isco acaparó la atención de los medios congregados. No sólo por ser el mejor jugador del torneo europeo, sino porque está en la agenda del Real Madrid. «No tengo prisa por tomar una decisión. Me tomaré todo el tiempo que haga falta», afirmó Isco para cerrar, por un momento, su incierta decisión.

Ahora Isco pasará al menos una semana en Ibiza relajándose y disfrutando de sus vacaciones. De hecho, el Ayuntamiento de Benalmádena prepara un homenaje para el malagueño por la conquista del Europeo, pero ha sido aplazado hasta final de mes. Su temporada ha sido larga y se esperan novedades en su entorno, en la decisión final sobre su futuro. En los últimos días, los pasos se han acelerado. El club confirmó negociaciones por Isco y se espera en los despachos de Martiricos una apuesta fuerte del Manchester City o del Real Madrid.

En su círculo más cercano, la decisión de Isco parece clara. El Manchester City con Manuel Pellegrini a la cabeza es el sitio idóneo para el malagueño. Pero la maquinaria del Real Madrid sigue dando sus pasos. Ayer la Cadena Cope apuntó que hoy habría un nuevo cónclave entre dirigentes blancos y malaguistas por Isco para renegociar su fichaje, aunque el Madrid se resiste a atender los 35 millones de euros de la cláusula.

Pese a que el malagueño comentó que no decidiría su futuro hasta que terminase el Europeo, el crack de Benalmádena ha tenido «presiones» en Israel. Una de ellas llegó de su amigo y compañero Álvaro Morata. «Trato de meterle un poco de presión y decirle que mi equipo es el mejor del mundo», aseguró el delantero del Madrid.