Las órdenes dadas por el jeque Al Thani a los que «mandan en plaza» aquí en Málaga a mediados de la temporada pasada fueron claras y contundentes: reducir gastos y hacer un buen equipo. Esto provocó que el conjunto de Martiricos fuera uno de los que más haya vendido, de los que más ingresos obtuvo en traspasos (con el Sevilla a la cabeza), de los que más reducción de fichas de jugadores ha tenido, de los que más ha conseguido que sus jugadores se fueran, perdonando bastante dinero y por consiguiente, reduciendo el presupuesto a más de la mitad del ya aminorado presupuesto. La sensación en el aficionado era bastante pesimista, aunque la inercia de la increíble temporada pasada mantuviera esa euforia que sólo el malaguista es capaz de tener.

Desde abajo y sin hacer ruido, el Málaga CF ha conseguido hacer, en principio, un equipo bastante apañado, con jugadores desconocidos en su mayoría, pero como dijo Roque Santa Cruz el otro día en Canal Sur, lo que queda del vestuario del año pasado ha podido insuflar esa cuota de ambición a los nuevos. Y eso se traduce en que vemos que jugadores como Sergi Darder, Angeleri (es un calco de Demichelis, hasta tiene coleta), Tissone y Al Hamdaoui parece que llevan varias temporadas jugando juntos en el Málaga. Como si los Portillo, Gámez, Willy Caballero... les hubieran contado lo flipante que es jugar en Europa y lo que se disfruta jugando en Do Dragao, San Siro o en el estadio del Dortmund que tiene un nombre muy raro y siempre hace que me acuerde de la madre de Platini...

Muchos pensábamos, y me incluyo, en que la llegada de Schuster era una incógnita. Llevaba varias temporadas fuera del fútbol español, pero su excelente trabajo en el Xerez y en Getafe también me obligaba a darle un crédito como entrenador. La verdad es que este alemán va a dar mucho juego, sobre todo a la prensa. Está siendo honesto con la plantilla, colocando a los que en principio cada semana están mejor, y eso hace que la competitividad sea máxima en los entrenamientos. Y si no te aplicas te quedas fuera de la convocatoria, aunque como casi todos los entrenadores tendrá algunas piezas indiscutibles y fijas para él. Pero en este comienzo de Liga, el juego desplegado por el equipo y, sobre todo, la sensación de «equipo serio y armado» hacen pensar que el Málaga, que contaba poco para el resto de la Liga sin las grandes figuras de antaño, puede en silencio y sin hacer mucho ruido, colarse nuevamente entre los mejores. Tomarse todos los partidos como si fuera el último es el mejor consejo que puedo darles a los jugadores del Málaga. La Liga española es tan pareja, quitando tres equipos, que no se puede despistar uno ni un momento. El Osasuna viene en una situación incómoda en la tabla, con cambio de entrenador reciente y con una capacidad de sufrimiento que el equipo navarro inculca a sus jugadores desde tiempos inmemoriales. Hoy el Málaga debe imponer su calidad y mantener su concentración defensiva, perdida en Valladolid y que casi le cuesta una derrota inmerecida.

Amigos míos, he vuelto. Continuará€