La premisa es clara para la noche de hoy en Martiricos: ganar al Osasuna para hacer rentable la «media inglesa» que tanto promulga Bernd Schuster, entrenador del Málaga y que quiere hacer de La Rosaleda un fortín inexpugnable, cosa que de momento ha conseguido con tres victorias consecutivas tras perder con el Barcelona de manera muy digna.

A priori, no hay mejor rival posible para seguir con la buena racha en casa que el Osasuna, penúltimo en la tabla -el colista, el Rayo, ya pasó por aquí y se llevó una «manita»- y que cuenta todos sus partidos lejos de El Sadar por derrotas.

Hay mucho en juego en la noche de hoy viernes. Muchos seguimos sin acostumbrarnos a ir al campo en un día tan poco futbolístico. Pese a ser el segundo por la cola, el Osasuna no planteará un partido fácil a los de Schuster. Si no que se lo digan al Atlético de Madrid, que ganó por la mínima (2-1) en El Calderón en la última salida de los rojillos.

Si el Málaga gana esta noche dormirá en puestos europeos. Será de manera virtual, pero el equipo blanquiazul debe mirar hacia arriba y afianzarse en la zona alta de la tabla antes de la visita al Bernabéu después del parón por las selecciones. Pero el Osasuna también tiene sobre la mesa un sabroso caramelo: de asaltar Martiricos, los de Gracia saldrían por primera vez del descenso en lo que va de temporada.

Muchos alicientes para un partido en el que la afición malaguista volverá a responder, como siempre, y en el que Schuster contará con su once tipo después de que Marcos Angeleri superara sus problemas en el meñique del pie derecho y entrara en la lista definitiva del alemán.

Por contra, no podrá utilizar al marfileño Bobley Anderson -titular en el último encuentro en La Rosaleda ante el Almería- por un esguince de rodilla que le tendrá en el dique seco las próximas semanas. En su lugar entra Juanmi, denostado desde que comenzó la Liga y que se estrena en una convocatoria oficial del alemán.

Los que de momento tendrán que esperar su oportunidad son los zagueros Weligton y Flavio Ferreira, el primero lleva varias semanas entrenándose con normalidad y ya tiene el alta médica; el portugués sigue poniéndose a tono después de superar sus problemas de espalda.

Schuster tiene muchas variantes tácticas para conformar su once de hoy como ya ha demostrado en lo que va de campaña, en la que aún no ha repetido once. Pero lo más previsible es que el dibujo sea similar al que puso en escena contra el Almería, con Darder, Tissone y Portillo en la medular. Incluso, Schuster anunció que Pawlowski no acompañará a Roque Sant Cruz en la mediapunta pese a el golazo de del polaco en el Nuevo Zorrilla de Valladolid, con el que se reivindicó.

Y es que no hay satisfacción mayor para el malaguismo y para el equipo que marcharse al segundo parón liguero con otra victoria. Así, el Málaga se asomaría al balcón de los puestos de privilegio y Schuster tendría un par de semanas muy tranquilas para seguir moldeando su modelo futbolístico ante un nuevo «atracón» de partidos tras visitar el Bernabéu, con tres jornadas en una semana -10, 11 y 12.

Pero lo que atañe ahora es el duelo contra el conjunto navarro, que llega a Málaga con hasta cinco bajas por lesión: Miguel Flaño, Raoul Loe, Roberto Torres, Nino y Echaide; y la de Cejudo, sancionado con tres encuentros tras su expulsión contra el Levante. Sin duda, la del centrocampista es la baja más sensible de los navarros, ya que es el encargado de fabricar el fútbol rojillo.