Vuelve el fútbol a La Rosaleda este sábado a las 16.00 horas y también regresa la polémica sobre el césped malaguista. El verde de Martiricos, que ha estado tratándose en las últimas semanas, no ha sufrido gran mejoría desde el último partido que el conjunto blanquiazul disputó contra Osasuna el pasado viernes 4 de octubre y ese retraso preocupa mucho a jugadores y directivos del conjunto blanquiazul.

Aprovechando el parón por los partidos internacionales y también coincidiendo que el Málaga jugaba su partido lejos de casa, en el Santiago Bernabéu, los servicios de jardinería del club se pusieron manos a la obra con el césped. El objetivo era llevar al verde malaguista en las mejores condiciones para el duelo con el Celta. Un partido que está a la vuelta de la esquina pero que despierta muchas incógnitas.

Desde el club aseguran que el césped ha notado leve mejoría y que aguantará bien para el partido del Celta de Vigo este sábado. Sin embargo, todo hace indicar que contra los gallegos tampoco presentará la mejor de las versiones malaguistas.

Así lo confirmó ayer Fernando Tissone en rueda de prensa, que aseguró que la hierba sigue sin presentar su mejor estado tras visionarla el pasado viernes en el entrenamiento previo al duelo en el Santiago Bernabéu. «Esperemos que haya mejorado el césped porque el viernes pasado entrenamos allí y era un desastre. Esperemos que haya mejorado», admitió ayer el centrocampista argentino del Málaga en rueda de prensa.

Lo cierto es que los jugadores malaguistas son los que más han sufrido este mal. Un mal que reapareció en los últimos partidos en casa y que se hizo palpable contra Osasuna, llegando a perjudicar al conjunto blanquiazul en alguna que otra acción.

Ahora contra el Celta se espera mejoría, pero ni mucho menos se aguarda un tapete perfecto en el que desplegar buen fútbol. De hecho, las últimas lluvias caídas en la ciudad pueden haber favorecido el césped malaguista, tan maltratado por el calor y las altas temperaturas que se han registrado en la zona pese a estar a finales de octubre.

Ésa es otra de las esperanzas que tienen en el seno del club, que el césped haya absorbido y agarrado bien la lluvia. Al no ser una caída de agua torrencial, puede haber hecho mucho bien al verde de Martiricos para crecer y coger bien la resiembra que se llevó a cabo semanas atrás.

El problema con el césped de La Rosaleda se remonta muchos años atrás. El conjunto blanquiazul ya comenzó a tener problemas en la hierba malaguista justo cuando se comenzaron a celebrar conciertos durante el verano en el estadio blanquiazul.

En la memoria reciente está el último curso del Málaga en Segunda División, cuando el césped ya comenzaba a dar los primeros quebraderos de cabeza justo por estas fechas. El frío, precisamente, era el causante de tales efectos perjudiciales para el césped. En diciembre de 2007, los servicios de jardinería del club realizaban una resiembra con la semilla «Poa Pratensis» o «pasto azul de Kentucky» que esperaba que diera el efecto esperado para el duelo internacional que la selección española jugaría días después en La Rosaleda ante Francia.

Un año después, en diciembre de 2008, los problemas con el césped volvían a hacer acto de presencia. En este caso, la empresa Laziturri S.L. se encargaba de la resiembra de un césped que había sufrido las críticas de jugadores y entrenadores de otros clubes, como Manuel Pellegrini aún siendo entrenador del Villarreal.

Durante la siguiente temporada apenas se sufrió con el césped blanquiazul, algo casi inédito, pero al verano siguiente, con la llegada del jeque al club, una de las primeras medidas fue cambiar el césped e imponer uno de mejor calidad, además de contratar a Benito Mateo, el gurú del césped, para que fuera el jefe de los servicios de jardinería.

Con Benito Mateo al frente, el césped de Martiricos vivió un año y medio de bonanza sin sufrir percances. De hecho, el malaguismo se congratulaba de contar con uno de las mejores hierbas de España.

Sin embargo, con la salida de Benito Mateo también llegaron los problemas. La aparición del hongo Pythium supuso otro gran problema en el Málaga CF. Tanto que el césped tuvo que ser sustituido con rapidez y aunque le costó mostrar su mejor versión, acabó la temporada en buenas condiciones.

Este curso, los problemas han aparecido antes de tiempo. Los trabajos forzados por recuperar el césped por parte de los servicios de jardinería no han dado los frutos esperados. Sólo queda esperar y mirar al cielo para que el tiempo acompañe.