Wilfredo Caballero regresa esta noche a Elche para medirse a su exequipo en el Martínez Valero con la casaca del Málaga. El meta argentino dejó en la ciudad ilicitana infinidad de amigos que no le olvidan. Mucha gente vivió de cerca sus malos momentos, como la grave enfermedad que sufrió su hija Guillermina, que le obligaron a volver un año a su país, y lo recibirán con cariño. Sus triunfos en el Málaga y sus actuaciones en partidos históricos, como el que jugó ante el Dortmund, se han ido quedando en la retina del seguidor franjiverde que siempre ha visto con buenos ojos sus triunfos. Todos coinciden en afirmar que se merecía tocar con los dedos de sus guantes de portero la gloria tras siete años demostrando su valía en el Elche.

Ahora vuelve a Elche para jugar un partido importante, como el propio Willy confiesa al periódico «Información»: «Va a ser un partido difícil para los dos. Son tres puntos muy importantes. En todos los lados hay que sacar resultados positivos y si lo conseguimos en Elche terminaremos el año muy bien, mejor de lo que esperábamos para lo mal que estábamos. El equipo ha mejorado mucho en las últimas semanas y sería buenísimo dar un salto en la tabla ganando, además de conseguir la primera victoria a domicilio.

Respecto a las opciones de marcharse en el mercado de invierno, el argentino dice: «Me pasaba lo mismo en el Elche. Siempre se decía que iba a marcharme y al final me fui al Málaga cuando menos lo esperaba. Hablan de una oferta del Manchester City, pero la verdad es que la desconozco. Estoy centrado en el trabajo diario», señaló. Sobre el Mundial: «Me gustaría estar con Argentina en un acontecimiento de esas características, pero no depende de mí».