Como cada inicio de año, el Málaga CF tampoco escapa a la lista de buenos propósitos que se suele confeccionar para ser un poquito mejor. Para unos es dejar de fumar, apuntarse al gimnasio o ponerse a dieta. Para el conjunto blanquiazul es una amplia lista de objetivos para regresar a la senda de los puestos altos de la clasificación.

En este Málaga CF de la autosuficiencia, hacer bien el trabajo en el día a día será el mejor cuaderno de bitácora para volver a estar en puestos europeos, que sin duda es el objetivo final de la entidad de Martiricos. Para ello debe acometer algunos propósitos a corto plazo y otros con vista a la campaña siguiente.

Para ello hay dos vertientes: la deportiva y la económica. El objetivo más inmediato que atañe al club sobre el césped es el de alejarse cuanto más se pueda de los puestos bajo de la clasificación. Esa es la prioridad absoluta para los hombres de Bernd Schuster. A día de hoy, casi nadie piensa en el Málaga CF en los puestos europeos pese a que la distancia entre unos y otros sea casi similar.

Los blanquiazules están en mitad de tabla con 20 puntos, con cinco sobre el descenso y a ocho de Europa. Las dos victorias consecutivas cosechadas en las dos últimas jornadas sobre Getafe y Elche han hecho mucho bien en el malaguismo para reforzar la idea de que hay un futuro esperanzador. Sin embargo, enero se antoja sumamente complejo con partidos del más alto nivel.

Otro de los aspectos que debe mejorar Bernd Schuster y que ya se ha puesto manos a la obra es la intención de recuperar a los jugadores «olvidados». No son pocos los hombres de la plantilla blanquiazul que se han visto obligados al ostracismo y que han tenido un papel residual en el final de 2013. El nombre que más se espera que vuelva a ser de la partida es El Hamdaoui, que parece haber limado sus asperezas con el técnico alemán y que ha hecho borrón y cuenta nueva en estas navidades. Anderson -que podría haber pedido su cesión ante la falta de minutos-, Pawlowski -sin oportunidades pese a ser uno de los fichajes del curso-, Chen -que podría salir si llega un extracomunitario-, Fabrice... También darle opciones de debutar a Flavio y Casado, ya recuperados de sus respectivas lesiones. E incluso buscarle acomodo a Kameni, que sólo ha jugado un partido de Copa.

Todo ello para solventar una temporada de transición en la que el objetivo es la permanencia, pero también asentar el nuevo proyecto de autosuficiencia en Primera División.

Todo ello para poder armar mucho mejor el Málaga del próximo curso, donde se espera un paso al frente para intentar asaltar puestos europeos.

Parcela económica

Pero si sobre el césped el Málaga debe mejorar, en los despachos hay mucho trabajo por hacer. El objetivo más inmediato es solventar la deuda con Martín Demichelis que ronda los 400.000 euros. Con esa denuncia, el Málaga no puede inscribir ahora mismo a ningún jugador, por lo que tendrá que hacer frente al pago cuanto antes.

Además, el club pretende rebajar poco a poco la deuda con agentes y particulares que tiene abierta. Pese a que con la administración pública está al día, no ocurre lo mismo con otros acreedores que también reclaman lo que se les adeuda.

Otro aspecto reseñable es el de buscar nuevos inversores. Es de sobra conocido que la autosuficiencia llevará al Málaga a la cima con pequeños pasitos, por lo que deberá buscar inversores externos para intentar dar pasos más grandes en su afán por crecer. En este sentido, el club ya ha comenzado a mover ficha, aunque no con el resultado esperado. Se espera que la aportación de BlueBay sea mayor en la parcela económica el próximo verano, con vistas a reforzar la plantilla.

Por último, el eterno debate sobre la ciudad deportiva sigue en el aire. El club busca financiación para abordar el proyecto o un nuevo lugar en el que poder explotar el terreno a su antojo. La creación de una Academia de bajo coste o la alternativa de desplazarse a una localidad colindante a Málaga capital han sonado como alternativas.