«Schuster es el entrenador en mayúsculas». Son palabras de Salva Ballesta, el entrenador del Malagueño, que vive su primera temporada como técnico en el filial blanquiazul y que ha encontrado en el alemán un espejo en el que mirarse. «Mi relación con él es mejor imposible. Es «el entrenador». Nos da mucha bola y para nosotros es importantísimo. Hace unos días he tenido una conversación de diez minutos con él. Es cierto que no es el momento del primer equipo para poner a chavales a los pies de los caballos. Pero hay mimbres para subir a jugadores de la cantera y el entrenador de la primera plantilla tiene un seguimiento constante de toda nuestra plantilla. Esto es muy importante para un equipo filial como es el nuestro», dijo. En un plano más personal, el exfutbolista del Málaga CF apunta: «Estoy ahora iniciando mi carrera. El Málaga me ha dado la oportunidad de coger a un equipo precioso. Y mi función es sobre todo la de formar deportivamente a mis jugadores. Creo que tenemos un sello, el de que luchamos hasta el último minuto bajo cualquier circunstancia. La presión para subir es la menos cero. Nuestro objetivo primordial y único es el de sacar futbolistas».