1. Dime cómo eres y te diré cómo es tu equipoAyer asistimos sobre el Ciudad de Valencia al ejemplo práctico de cómo un equipo está hecho a imagen y semejanza del carácter de quien le entrena. La intensidad y mala leche del Levante de Caparrós choca con la «ñoñería» y timidez de los de Schuster.

­Toca jugar en el Ciudad de Valencia, ante un Levante entrenado por Caparrós y desde el principio de semana los jugadores ya saben, o deberían saber, que van a la guerra. A una guerra futbolística en la que sabes que te van a coser a patadas, en la que muchos de sus jugadores van a salir indemnes pese a repartir a diestro y siniestro... Pero el carácter de cada uno es el que es, y es muy difícil de moldear. El Levante muerde y utiliza todo lo que bordea el reglamento y más para llevarse los partidos a su terreno. El problema es que equipos como el Málaga, jóvenes y sin personalidad, caen en las redes de conjuntos adoctrinados para la pelea. Que conste que el Málaga mereció ganar ayer, gozó de ocasiones para hacerlo, pero las «malas artes» del Levante ayudaron a contener la avalancha. ¿Lo bueno?, 19 partidos para volver a jugar contra Caparrós y compañía.

2. 20 puntos, dudas y mucho margen de mejora

El Málaga termina la primera vuelta con 20 puntos, una cifra que no le daría para lograr el objetivo de la permanencia si completa estos números en la segunda parte del campeonato. Los de Schuster necesitan mejorar pero hay mimbres para creer.

­Nadie dijo que esto iba a ser fácil. El Málaga finaliza la primera vuelta con 20 puntos, una progresión que no le daría para lograr el objetivo de la permanencia, objetivo que se ha planteado una vez comenzada la temporada tras ver que la plantilla confeccionada no daba para mucho más. Se cierra el «torneo apertura» con derrota, con algunas muchas sombras, pero también algunas luces... Brotes verdes que pocos se planteaban en el mes de noviembre, cuando Schuster tenía pie y medio fuera del Málaga. Ha llegado Husillos y con él algo de calma. Se ha fichado a Pablo Pérez, que no era la primera opción, y va a llegar alguno más, Thievy parece ser el primer candidato. El plantel malaguista no da para mucho más, pero visto el nivel de Primera, con poco que engrases la maquinaría y enlaces tres o cuatro partidos, el objetivo cambia de la noche a la mañana. No obstante, ahora lo único que toca es pensar en ganar al Valencia, asimilar la filosofía del «partido a partido» tan trillada pero efectiva de Simeone y rezar por que no se lesione o se marche Willy Caballero.

3. El Hamdaoui, perdonado solo a mediasParece que tras la Navidad Schuster y El Hamdaoui han limado asperezas. El holandés ya se entrena al mismo ritmo que sus compañeros y pronto volverá a ser convocado, pero el alemán no las tiene todas consigo y busca «9» en el mercado invernal.

­Lo de Schuster y El Hamdaoui es como la mujer a la que le han puesto los cuernos. Ella perdona, sí, pero nunca olvida. Tras las desavenencias entre el alemán y el delantero, parece que la Navidad ha calmado las aguas. El holandés ha perdido los kilos que según su técnico le sobraban y ya entrena como uno más. Todo apunta a que será convocado contra el Valencia pero Schuster no se termina de fiar de él. Es la única explicación lógica para que el míster malaguista diga públicamente que se necesita fichar a al menos un atacante, aunque él prefiere que sean dos. El Hamdaoui está perdonado, pero a medias. La conducta de su jugador durante el periodo de recuperación de su enigmática lesión de rodilla no ha gustado nada al cuerpo técnico. Volverá a jugar, pero muchos goles tendrá que lograr para que el amor entre ambos vuelva a surgir sin ninguna fisura... Yo no lo veo.