El Athletic de Bilbao salió ayer vivo de San Paolo, la cancha del Nápoles, tras empatar a uno en la ida de la previa de Champions y por lo tanto deja todo abierto para dirimir la eliminatoria el próximo miércoles en San Mamés. Antes de ese decisivo y vital duelo, el conjunto de Ernesto Valverde deberá pasar por La Rosaleda en el estreno liguero, aunque a buen seguro que los vascos tendrán la mente puesta en el partido con el equipo italiano e incluso es previsible que el técnico del Athletic reserve algunos de sus efectivos con vistas a tan importante partido, que puede marcar la temporada rojiblanca.

Lo cierto es que el Athletic Club pudo decidir ayer la eliminatoria ante el Nápoles en el campo de San Paolo, pero será San Mamés dentro de ocho días quien dicte sentencia de una eliminatoria previa a la Fase de Grupos de la Liga de Campeones que Iker Muniain puso en ventaja para los leones en la primera mitad y el argentino Gonzalo Higuaín equilibró en la segunda.

El partido tuvo fases muy marcadas. Un inicio un tanto caótico del Athletic, dominio de los de Ernesto Valverde a partir del primer cuarto de hora, control total rojiblanco hasta el 1-1 y asedio final partenopeo del que el conjunto vasco salió vivo de milagro.

Abrió el marcador Muniain a poco del descanso en una jugada iniciada y acabada por él y con gran protagonismo de Óscar de Marcos, que le centró el balón; e igualó Gonzalo Higuaín en el minuto 68 con una brillante acción individual que dio un giro copernicano al encuentro.

El Nápoles pudo adelantarse en unos primeros minutos de cierto nerviosismo y desorden del Athletic. Una manera de entrar al partido de los rojiblancos que permitió hasta tres ocasiones locales en los primeros siete minutos.

Pero fue en la última ocasión de la primera mitad cuando el Athletic abrió el marcador. La jugada la inició y la terminó Muniain, que cambió el balón de banda, de izquierda a derecha. Pero la clave de la jugada fue la determinación de De Marcos para penetrar hasta el borde del área por 'el carril del 8'. Allí centro hacia atrás, Rico le abrió el espacio a un Muniain que seguía su jugada y el pequeño extremo internacional definió con un colocado remate junto al palo.

El arranque de la segunda mitad incidió en las mejores sensaciones vascas que partenopeas. Hasta el punto que a Aduriz se le escapó el 0-2 ya en el minuto 49 al no poder dirigir hacia la portería un disparo mordido de Rico que le cogió solo al borde del área.

No encontraba respuestas el Nápoles y Aduriz a punto estuvo de empalar otra volea dentro del área en el minuto 62.

Y cuando parecía que era cuando mejor lo tenía e Athletic, apareció Higuain para dar vida a los suyos en una jugada que llegó de la nada y en la que se sacó uno de esos conejos que esconde en la chistera y saca del sombrero cuando engancha un disparo cruzado escorándose a la derecha. Ni Gurpegui, ni Laporte, ni Balenziaga ni Iraizoz estuvieron demasiado afortunados en esa jugada.

Ahí cambió el choque, que ya fue un asedio napolitano sobre la portería de un Iraizoz milagroso con un impresionante paradón a Higuaín en el minuto 85. Antes Callejón perdonó el 2-1 Mertens e Higuaín lo rozaron también. Aún así, el que acabó volcado sobre el área rival fue el Athletic, que tuvo dos opciones de San José e Ibai.