Las negociaciones para la renovación de Sergio Sánchez con el Málaga CF se encuentran enquistadas en estos momentos. El jugador, que finaliza contrato a final de la presente temporada, no acepta las condiciones planteadas por el club, que pretende una bajada de sueldo del catalán con las que seguir amoldándose al reajuste económico del club iniciado desde que el jeque dio su negativa a invertir en las arcas de Martiricos.

Así las cosas, las conversaciones entre ambas partes, que se iniciaron meses atrás, no han prosperado al no encontrar consenso. Fuentes de la negociación han asegurado a este periódico que a día de hoy la renovación del central está parada, aunque se espera que se pueda reconducir en las próximas fechas.

A día de hoy, la continuidad del zaguero es una incógnita. En un principio, la predisposición de ambas partes para ampliar la vinculación de Sergio Sánchez con el Málaga era buena. Sigue siéndolo, pero de momento las posturas no están muy cercanas.

El problema, como suele ser habitual en este tipo de negociaciones, es el dinero. El Málaga pretende rebajar el salario del futbolista y éste, que vive su mejor momento en el club desde que recaló en el 2011, de momento no está dispuesto a renunciar a lo que cree que se ha ganado sobre el terreno de juego.

Lo cierto es que Sergio Sánchez llegó al Málaga en la época de máximo esplendor del jeque, con un contrato suculento de la mano del por entonces director deportivo, Antonio Fernández. Ahora la situación económica del club es bien distinta e intenta reajustar la masa salarial de la plantilla a su nueva realidad, además de adaptarse a las normas del Fair Play financiero a nivel nacional impuestas por La Liga.

Sánchez finaliza contrato a final de esta campaña, por lo que la ley le permite negociar con cualquier club a partir de enero del año que viene. Por ello, y pese a que la intención de la entidad de Martiricos es que el central siga vistiendo la blanquiazul en el futuro, ya peina el mercado en busca de un posible sustituto en el caso de que no se reconduzcan las negociaciones.

No obstante, parece que el Málaga y el jugador están condenados a entenderse. El club quiere seguir contando con él y el futbolista no quiere salir de la disciplina costasoleña. Sánchez se encuentra muy feliz en el club y en la ciudad, donde vive con su familia y donde ha encontrado la estabilidad deportiva y familiar. Lleva cuatro temporadas en el equipo y está muy bien considerado dentro de la plantilla.

Por todo ello, las negociaciones no están, ni mucho menos, rotas, y ambas partes volverán a reunirse para tratar de reconducir la situación y desbloquear una renovación que parecía cantada.