­ Sergio Sánchez (Mataró, 3 de abril de 1986) pasa revista a la actualidad malaguista en una extensa entrevista para La Opinión, donde habla sin tapujos de su renovación, enquistada a día de hoy. Entiende que el Málaga ya le esté buscando un posible recambio y asegura que nunca jugaría con Cataluña si ésta se llega a independizar de España. Lesionado hace dos semanas en Anoeta, acorta los plazos para estar el sábado próximo en el Calderón.

La primera es obligada: ¿Cómo está de la lesión?

Bien, gracias a dios ya he empezado a correr en el campo y a buen ritmo. Espero poder estar disponible para el míster ya la semana que viene.

¿Se ve saltando al Calderón para jugar contra el Atlético?

Voy a hacer todo lo posible. El cuerpo médico del Málaga está haciendo todo lo posible para acortar los plazos, estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance y todo indica que sí. Por falta de ganas no va a ser, la recuperación va por muy buen camino y espero poder estar.

Incluso está utilizando una cama hiperbárica, ¿en qué consiste este tratamiento?

Con esto lo que se consigue es aumentar la hemoglobina y te meten oxígeno puro a través de una máscara, con lo que se consigue recuperar antes el músculo. Cuanto más riego sanguíneo hay mejor puedes recuperar con mayor velocidad.

Una lesión siempre es inoportuna en un futbolista pero en su caso y debido a su gran momento, ¿lo es más si cabe?

Estaba en un momento muy dulce, pero es una lesión corta que no va a cambiar nada, sigo igual de motivado y fuerte que siempre y si puedo llegar al partido contra el Atlético de Madrid y el míster considera ponerme a jugar, lo haré. Aún así sigue siendo un año muy importante para mí, con muchas ilusiones, pocas cosas van a cambiar por un pequeño contratiempo como esta lesión.

Habla de ilusiones, ¿es jugar en la selección una de ellas? Se ha hablado que estaba en los planes de Del Bosque.

Sí. He estado en todas las categorías inferiores y poder llegar a la absoluta sería un logro muy bonito para mí y para mi familia que siempre han estado a mi lado en los momentos malos. Pero para eso hay que seguir trabajando en el Málaga y llevando al Málaga lo más alto posible y así las cosas suceden por si solas. No es algo que me obsesione pero es una ilusión muy grande que tengo, una meta y un orgullo tremendo tener la ocasión de defender a mi país.

¿Llegó a hablar con el seleccionador?

No, para nada, nadie ha hablado conmigo.

¿Y usted considera que tiene hueco en la selección española?

Creo que el primer fracaso sería pensar lo contrario. Obviamente intento trabajar semana a semana para convencer al seleccionador de ello. Quiero ayudar a mi país y darle las máximas opciones posibles a Del Bosque. Para eso no queda otra que trabajar.

¿Considera que atraviesa el mejor momento de su carrera?

Considero que estoy en un gran momento... pero hablar del mejor momento de mi carrera es faltarle el respeto al futuro, nunca se sabe hasta donde va a llegar mi rendimiento. Soy un jugador joven con muchas cosas aún por mejorar y aprender. Por eso me quedo con que estoy en un buen momento actual.

¿Sergio Sánchez central o Sergio Sánchez lateral?

No hay duda. Es cierto que puedo jugar en las dos posiciones pero donde mejor rindo y donde mejor puedo ayudar al equipo es de central. Es la posición que siempre he ocupado, por circunstancias he tenido que jugar de lateral pero ya ha llegado un momento en el que quería especializarme en una posición. De central es donde me siento verdaderamente fuerte y donde disfruto realmente de mi profesión.

Y encima ahora termina contrato con el club y aún no ha renovado, ¿siente incertidumbre?

Alrededor mía, toda. Pero para mí la fortaleza de un jugador reside en la mentalidad y es algo que nada me va a alterar. Tanto el club como mi agente saben que quiero renovar aquí y ojalá pueda hacerlo pronto. No es algo que me preocupe ni me obsesione. No voy a permitir que me afecte en el campo ni en mi día a día en el equipo.

Pero Mario Husillos aseguró recientemente en una entrevista a este periódico que las posturas entre ambas partes estaban lejanas... ¿Ha habido avances?

Yo solo he estado en una de las reuniones de las que se llevan celebradas, delante de Mario (Husillos) y Pepe y ambos saben, porque se los dije a los dos, que estaba muy feliz aquí y con ganas de seguir. Pero Pepe es el responsable de llevar mi bienestar económico y de futuro, sé que el está sopesando mi felicidad aquí con otras cosas, pero es algo que llevan ellos. Tengo una gran confianza en mi agente y sé que lo que él decida va a ser lo acertado. Ojalá ambas partes lleguen a un acuerdo, estoy feliz aquí, mi familia es de aquí y es una ciudad y un club para pasar muchos años.

¿Hasta dónde estaría dispuesto llegar para seguir en el Málaga?

No hay que llegar a ningún lado. Hay que seguir haciéndolo muy bien y seguir creciendo. También hay que contar con lo que el club te puede ofrecer y lo que le puedes dar tú al club y ser justos.

¿Entiende que el club ya esté buscándole un sustituto?

Sí, claro que lo entiendo. También leí que Mario comentó que para el club mantener a varios jugadores es un coste que se le escapa de los presupuestos y también eso es de ser realistas y sinceros. Mario habla claro respecto a la situación del club y ojalá pueda seguir aquí muchos años.

¿Cree que el Málaga está de moda?

El Málaga es una realidad, no es una moda. Llevamos varios años haciendo mucho ruido fuera de nuestra ciudad, creo que es bueno. La primera etapa hicimos ruido con Pellegrini y los «galácticos» y en esta ocasión , aunque a priori era un año con menos perspectivas que otros por el cambio de entrenador, nivel económico, gente muy joven, nos hemos encontrado con un entrenador muy veterano pese a su juventud, muy currante y con un grupo fenomenal a pesar de la inexperiencia. Corremos más que nadie y el hambre que tenemos la demostramos semana a semana. Sabemos que si estamos unidos va a ser muy difícil que nos ganen. Lo más importante es que el equipo tiene hambre y no quiere dejar pasar ninguna posibilidad, no se conforma con cumplir el objetivo inicial.

La afición llena el campo ante rivales como Eibar o Rayo igual que lo hacía ante Oporto o Borussia, os recibe dos horas antes del estadio enloquecida... ¿Qué época le hace más ilusión, aquella o ésta?

Digamos que en aquella época era más fácil subirse al barco. Los partidos eran más atractivos. Lo que la afición está haciendo ante rivales no tan reconocidos mediáticamente es asombroso. Nos está impulsando a que demos un paso adelante. Creo que la motivación que nos han inyectado en estos partidos en La Rosaleda es fundamental. La afición nos lleva en volandas casi sin darte cuenta. Ver esta entrega de la afición y los recibimientos nos impiden cualquier atisbo de relajación, consiguen que nos tomemos cada partido como si jugásemos contra el Madrid o el Barcelona.

¿Se escucha ya la palabra Europa en el vestuario?

No. Si tú ves la clasificación te hace gracia estar tan arriba, pero rápidamente bajas los pies al suelo porque esto no deja de ser una racha e igual que ha venido positiva, puede venir otra negativa. Así es el fútbol, tenemos que lograr que esta racha se alargue lo máximo y alcanzar así primero el objetivo de la permanencia lo antes posible. A partir de ahí, en febrero o marzo mirar más allá si se da el caso, pero el partido tras partido debe ser nuestra máxima.

Si ganan al Atlético entrarán en la historia del club con seis triunfos consecutivos, ¿les motiva?

Nuestra motivación es que se vea reflejado en el campo nuestro trabajo semanal, que es mucho. Si se consigue ese récord, bienvenido sea, pero no es algo de lo que el equipo está muy pendiente. Al equipo lo que le motiva es ver a la prensa y a los aficionados entregados. Es difícil ganar en el Calderón, pero estoy seguro que ellos también pensarán lo mismo. Nuestra mentalidad ganadora y fuerte va a hacer que al menos el partido sea muy disputado.

Tras cuatro temporadas defendiendo la camiseta del Málaga, ¿se siente valorado?

Empiezo a verlo ahora. En la etapa «galáctica» era uno más y alternaba el campo con el banquillo; otros a la grada, ahora juegas, ahora no juegas... Eso hizo que mi repercusión en los medios y entre los aficionados no fuera mucha ni muy buena, pero si tengo una virtud, es la confianza hacia mi persona. El fútbol siempre acaba poniendo a cada uno en su lugar, ahora estoy recogiendo un poco el fruto del trabajo pasado. He pasado por trances muy fuertes en mi vida y lo único que nunca me ha fallado es mi cabeza y mi confianza. Con esa mentalidad me ha ido bien en la vida.

Se deja ver mucho por las redes sociales y nunca se esconde... lo que le ha costado algún enfrentamiento, ¿Cree que le beneficia o le perjudica en su imagen pública?

No busco el beneficio ni tampoco que me repercuta negativamente. Tengo la obligación moral de ser sincero y de aportar cariño a la afición. Los jugadores no podemos pedir siempre que llenen La Rosaleda, que griten, que se gasten el dinero, que compren nuestras camisetas... Hay que darles cosas, no sólo alegrías en el campo. Hay que hacerles saber que sus mensajes de apoyo también llegan, que su ilusión nos motiva, y como no puedes ir a cada uno de ellos pues las redes sociales es una buena herramienta para ello. Es una forma de agradecer a la afición su entrega. Yo me encuentro cómodo y también soy consciente de que por el camino te encuentras enemigos y no puedes gustar a todo el mundo, pero no por unos pocos voy a obviar todo lo bueno que me aporta.

Proceso de independencia de CataluñaSiendo catalán, ¿jugaría con la selección catalana si finalmente lograra la independencia de España?

No. Yo he nacido español y me siento español. He nacido en Cataluña y estoy muy contento por ello, me ha dado muchísimo. Pero mi nacionalidad es española y lo bonito que tiene ser español es poder disfrutar de todas sus comunidades. Todas mis raíces son de aquí. Me siento español e incluso te diría que me quedo con Andalucía.

Dortmund, una cicatriz imborrable¿Cuál ha sido su peor momento como futbolista?

Dortmund, sin duda. Eso siempre estará clavado en nuestra memoria. Después de 85 minutos donde silenciamos ese estadio tan imponente, duele lo que nos pasó, nos sentimos robados. Yo sigo hablando de ello a menudo. Cuando nos juntamos gente que lo vivimos siempre nos acordamos de lo que pudo ser y no fue. Yo tengo clavada la imagen de la gente desilusionada tras ver cómo robaban a su Málaga.