El Málaga CF ya está en Estambul con la premisa clara de cerrar el fichaje de Nordin Amrabat antes de que expire el plazo el próximo 30 de abril. Moayad Shatat, vicepresidente; Vicente Casado, director general; y Mario Husillos, director deportivo, llegaron ayer por la tarde a tierras turcas para negociar con el Galatasaray las condiciones del fichaje, del que esperan lograr un abaratamiento de los 3,5 millones en los que está tasado su opción de compra.

Ese es el primer objetivo que se ha marcado el club para hacer efectiva la opción de compra por Amrabat. Y es que la plana mayor del Málaga quiere a toda costa hacerse con los servicios a largo plazo del jugador internacional marroquí, pero van a intentar arañar cada euro al precio inicial.

A nadie se le escapa la difícil situación económica por la que atraviesa el club, que sin ser tan apretada como hace un par de años, sigue siendo complicada. Por ello, a la hora de moverse en el mercado, el Málaga está muy limitado y cualquier euro que se pueda ahorrar bienvenido es para las maltrechas arcas blanquiazules.

Pero al otro lado de la negociación se encuentra el Galatasaray, un club con el que se guarda una buena relación pero en principio no está dispuesto a rebajar un euro de los 3,5 millones. El conjunto turco entiende que la opción de compra ya se negoció el pasado verano y por ello no tiene la intención de hacer rebaja alguna. Además, el «Galata» sabe que el Málaga no es la única «novia» que tiene Amrabat y a partir del 30 de abril podría negociar con cualquier otro equipo.

En cualquier caso, el Málaga maneja un «plan B» e incluso un «plan C» por si el conjunto turco se cierra en banda a la opción de abaratar el coste del fichaje.

En este sentido, los dirigentes blanquiazules plantearán unas condiciones de pago más cómodas a sus intereses. Y es que, además de los problemas económicos que atraviesa el club -similares al del resto de equipos españoles excepto los grandes-, el Málaga también está atado de pies y manos por el Fair Play financiero impuesto por la LFP, que impone un límite salarial que no puede ser superado.

Por ello, la entidad de Martiricos también contempla la posibilidad de acudir a un fondo de inversión que financie parte del traspaso, una vía muy de moda en el fútbol actual y a la que el Málaga ya se ha acogido en alguna ocasión, como fue el pasado verano en el fichaje de Ricardo Horta.