Francisco Martín Aguilar, consejero consultivo del Málaga CF, será el representante del club hoy en el palco del estadio de Balaídos, una vez que Moayad Shatat, vicepresidente, y Vicente Casado, director general, no hayan formado parte de la expedición malaguista a tierras gallegas para tratar de reunir los 3,5 millones de euros que cuesta Nordin Amrabat y cuyo plazo de compra expira el 30 de abril.

Por lo tanto, la plana mayor de la entidad de Martiricos se quedó en tierra para tratar de reunir los 3,5 millones de euros en los que está tasado el jugador internacional marroquí, aunque no se descarta un viaje inminente de los dos dirigentes para negociar con algún fondo de inversión que se haga cargo del pago.

Así las cosas, las oficinas de Martiricos, a escasas 48 horas de que se cumpla el plazo fijado con el Galatasaray, son un hervidero de llamadas, faxes y negociaciones abiertas con una única finalidad: recolectar un dinero del que las arcas malaguista no dispone para atar un futbolista clave de cara a la próxima temporada.

Pese a que las reuniones y negociaciones están en el punto más caliente -el tiempo apremia- el club ha decidido, a no ser que se produzca un giro inesperado de los acontecimientos a cortísimo plazo, esperar a última hora para hacer efectiva la cláusula.

En un principio, el Málaga no tendrá que realizar el pago de los 3,5 millones íntegros al Galatasaray antes del 30 de abril, sino que el conjunto turco se conforma con un aval que garantice el pago en los días posteriores. Por ello, el Málaga busca a contrarreloj la mejor vía de financiación para acometer el fichaje y que dé garantías al club estambulí.

Y es que, el Málaga no se puede comprometer a ejercer el pago sin un aval serio y formal ya que de no ser así el equipo se sometería a una posible denuncia del Galatasaray ante la FIFA que podría tener graves consecuencias.