Tarde de ajetreo en La Rosaleda. Pocos peñistas querían perderse las explicaciones de primera mano del director general, Vicente Casado, sobre los últimos traumáticos acontecimientos que se han vivido en el club. Argumentos que se han mezclado a lo largo de la tarde con las quejas de los peñistas, hastiados por el rumbo que ha tomado la entidad en los despachos. Ellos han mostrado su malestar desde la posición del jeque -no venta del club y críticas a los últimos mensajes de sus hijos- hasta las ventas de los canteranos pasando por los abonos. Un cara a cara que era necesario para la entidad.

Una de las lecturas que ha mostrado el dirigente blanquiazul a las diferentes peñas es que tras la salida de los tres canteranos, el club se encuentra ahora en una posición más cómoda y tranquila para afrontar los pagos obligados de final de curso. Aseguró que no hay necesidad de vender, aunque no descarta que algún jugador acuda con ofertas debajo del brazo buscando su marcha.

En cualquier caso, Casado expresó a los peñistas que ha sido un ejercicio de responsabilidad para evitar daños mayores y que las tres ventas se corresponden con las únicas ofertas llegadas a Martiricos. Además, confesó que ya hay tres fichajes en la recámara para anunciarse en breve (Juan Carlos, Charles y Espinho).

El club también se ha mostrado muy preocupado con el camino que está llevando la campaña de abonados. El club le transmitió a los peñistas que todos los aficionados antiguos que tengan problemas para renovar su abono por culpa de la financiera serán revisados por la entidad y encontrarán facilidades, las mismas condiciones que en años anteriores. En ese sentido, el club tiene previsto dar una pequeña marcha atrás para ganar adeptos a la causa, ya que la financiación ha encontrado muchas piedras en el camino de los malaguistas a tenor de las quejas recibidas. Además, tiene previsto enviar mensajes de texto o cartas a los abonados para recordar o explicar las condiciones de la renovación, que ya no es automática.

Según varios peñistas consultados por este medio, las sensaciones tras la reunión han sido «positivas». Un pequeño paso hacia la esperada normalidad.