La zamarra malaguista, los colores blanquiazules que se maman desde pequeño, el sentimiento boquerón que corre por las venas de los que han nacido en la tierra... Esos pluses que no se compran y que nacen de serie en cualquier futbolista que defiende en la elite al equipo de su tierra son precisamente los que le faltan ahora mismo al Málaga CF. Una falta de ADN boquerón que preocupa y que desarraiga en parte a la afición blanquiazul que tanto se identificó el curso pasado con este equipo y con sus «niños» y que ahora sólo puede centrarse en un hombre.

A día de hoy, sólo hay un malagueño en la plantilla del Málaga CF para la próxima temporada. José Luis García del Pozo, más conocido como Recio, es el encargado de llevar él solo la bandera del malagueño malaguista. El mediocentro aglutina los sentimientos de aquellos que se identifican con los colores y los jugadores de su tierra, y también deberá ser el encargado de representar unos valores quizás diferentes al resto de sus compañeros, de más sentimientos, más implicación y también más entrega. Quizás se le deberá pedir más, pero también se le querrá como a un hijo. En este caso y salvo que se remedie en las próximas fechas, como a un hijo único.

A Recio prácticamente lo han dejado solo. El curso pasado el Málaga de Javi Gracia encandiló porque la afición se identificaba también con sus jugadores. El malaguismo se ilusionaba con Juanmi, Samu García, Samu Castillejo y el propio Recio. Lo hizo a temporada partida con Portillo -aunque no llegó a debutar en Liga- y también con Javi Guerra, que llegó a partir de enero. Ellos representaban el sentimiento más profundo del Málaga CF, pero también tenían el privilegio de ser profetas en su tierra.

Opciones para malagueñizar

Ahora la realidad es distinta tras la salida de Juanmi al Southampton y de Samu García y Samu Castillejo al Villarreal. Además, Portillo fue vendido al Betis tras ejercerse la cláusula obligatoria de compra tras el ascenso a Primera División. Y Javi Guerra ha vuelto al Cardiff galés, de donde llegó cedido el segundo tramo de la temporada.

Si desde el club pretenden malagueñizar la plantilla, no hay demasiadas opciones. Además de Recio, el club pretende que Javi Guerra vuelva a la plantilla blanquiazul. El atacante veleño sería un gran reclamo, ya que con sus goles cubriría buena parte del sentimiento perdido con la marcha de los cuatro malagueños este verano.

Sin más nombres de hombres de la tierra en cartera de fichajes, es obligado mirar a la cantera. Y de los jugadores que optan a subir al primer equipo este curso tras su paso por el filial hay tres nombres que van a realizar la pretemporada a las órdenes de Javi Gracia.

El foco estará puesto sobre Iván Rodríguez (Alameda), Rafa de Vicente (Málaga) y Javi Ontiveros (Marbella). Ellos tres podrían aplacar la peor camada de malagueños en el primer equipo desde que el Málaga CF está en Primera División. Nunca antes hubo tan pocos jugadores malagueños en la elite defendiendo la camiseta del Málaga, nunca tan pocos. Y es que como mínimo, al menos han jugador cuatro jugadores de la tierra en la misma temporada.

Atrás quedan esos años en los llegaron a jugar hasta 12 jugadores malagueños en el primer equipo. Muchos jóvenes, del filial, pero aportando su juego y su entrega en momentos difíciles y comprometidos.