No ha sido una operación fácil, pero al final, el fichaje de Adnane Tighadouini (30 de noviembre de 1992, Ede, Holanda) se ha cerrado para satisfacción del malaguismo, que ya se había ilusionado con el habilidoso y potente extremo, y sobre todo para el jugador, que se había desplazado el jueves hasta la Costa del Sol incluso aún con flecos pendientes en su contrato.

Tardó el Málaga en hacer oficial una operación que tenía muy encauzada desde hace una semana, pero que las formas de pago y el tira y afloja con el NAC Breda han ido ralentizando. El final, el esperado, poder ver a Tighadouini de blanquiazul. El acuerdo con el jugador estaba prácticamente alcanzado desde hace días, aunque faltaba la rúbrica sobre el nuevo contrato. Con el NAC Breda se alcanzó el viernes a ultimísima hora, casi rozando la madrugada. El club, sin embargo, espero al sábado por la mañana para darle oficialidad al esperado acuerdo.

Un contrato que vinculará a Tighadouini con el Málaga hasta el curso 2019/20. Cinco largos años en los que el jugador irá madurando y donde podrá explotar las virtudes que le atesoran y por las que la dirección deportiva ha apostado. El Málaga desembolsa al conjunto holandés 800.000 euros en el que es ya su quinto fichaje y el tercero por el que paga traspaso tras Amrabat (3,5 millones al Galatasaray) y Charles (500.000 euros al Celta). Espinho llegó libre y Juan Carlos, cedido del Sporting de Braga.

Con Tighadouini el Málaga cubre una de las posiciones más debilitadas. Potente y con gol -la temporada pasada en la Eredivisie de Holanda marcó 14 goles-, el holandés pero internacional con Marruecos llega para jugar en la banda izquierda, que se había visto mermada tras la salida de Samu Castillejo y de Juanmi, que también ocupó dicha posición en numerosos partidos el año pasado. Tighadouini puede hacer las funciones en la banda derecha, ya que es diestro, pero prefiere jugar a pierna cambiada para tener facilidad de cara al gol.

De cualquier modo, el extremo hará buenas migas con su compatriota Nordin Amrabat, la estrella malaguista. Precisamente Amrabat ha tenido mucho que ver en que Tighadouini recale finalmente en Málaga. El holandés ha ejercido de hombre importante e incluso en una conversación privada con Thigadouini terminó de «convencerlo», por si había alguna duda.

Y es que Lazio y Celta estaban muy pendientes del futuro de Thigadouini. Hasta el último momento, los contactos con el entorno del jugador se producían intentando «torpedear» la operación. Sin embargo, una vez que el extremo pisó tierras malagueñas fue casi imposible que dijera que no.

Tighadouini llegó el jueves, pasó el viernes el pertinente reconocimiento médico en la Clínica Rincón de los bajos de La Rosaleda y posteriormente terminó de sellar su contrato como blanquiazul. Se desconoce su cláusula de rescisión y si el NAC Breda se ha guardado algún porcentaje de una futura venta, algo que se barruntaba en los últimos días, pero el club ofrecerá más detalles en su presentación oficial, que aún está por determinar. De momento, mañana lunes está llamado a filas en el entrenamiento matinal pese a que ayer regresó a tierras holandesas para hacer la mudanza y despedirse.

Además, el jugador se despidió de su club a través de las redes sociales y celebró su fichaje de blanquiazul. «Queridos fans. En primer lugar quiero darles las gracias por el gran apoyo que me han dado en el último año y medio en el NAC Breda... Esta transferencia es también un esfuerzo de equipo. Sin los seguidores y la gente alrededor de NAC no habría sido posible esta transferencia. NAC Breda es equipo de la Eredivisie. Y con vuestro apoyo subirá la próxima temporada! Yo estoy listo para el siguiente paso en mi carrera y el Málaga CF será el siguiente capítulo para mí», admitió el jugador malaguista.