En la historia del fútbol son continuos los ejemplos de hijos de futbolistas que no llegan a alcanzar las memorables gestas de su padre (dos muestras por encima de todo: Jordi Cruyff y Diego Maradona Jr). Sin embargo, a veces ocurre la magia y esto da a lugar a las ´dinastías´ (en Italia están los dos ejemplos de Mazzola y Maldini). Quizá menos interesante, aunque única, sea la historia de Duje ?op: delantero centro croata nacido en 1990 en Vinkovci. Atacante cómo también lo fue su padre Davor (1948), que con su breve experiencia en Italia (9 partidos jugados y 0 goles en el Empoli en la Serie A de 1987/88) pudo continuar su carrera en su país hasta los 36 años.

Hay que decir que poder jugar en Italia en aquellos años suponía algo así como jugar la actual Champions League debido al nivel de los futbolistas que militaban en las grandes escuadras. Pues bien, al igual que su padre, Duje explota en Croacia después de un par de temporadas irregulares. El próximo delantero del Málaga comenzó a mostrar su potencial en el Dinamo de Zagreb junto a otras jóvenes promesas cómo Kramaric y Halilovic, y además, ganó el campeonato 2013/14 siendo el máximo anotador del torneo con 22 goles. Tras esa gran temporada, Duje, siguiendo los pasos de su padre, decidió probar suerte en Italia para poner a prueba su calidad y ficha por el Cagliari. En la isla de Cerdeña obtiene un caluroso recibimiento pero al mismo tiempo se encuentra una situación complicada. El panorama era similar al de su progenitor cuando aterrizó en el Empoli, este equipo era incapaz de ganar y su prioridad es sumar puntos y no realizar jugadas de calidad, aún así la temporada acabó de la peor manera posible con el descenso.

Sólo seis meses en el equipo sardo apenas dan para valorar su actuación (16 partidos jugados y 4 goles, con un sorprendente doblete en Florencia), el problema de fondo está claro: necesita tiempo, confianza y jugadores que hablen su ´idioma´. Duje es un delantero alto (1.84 m.) y robusto (como su padre), pero atípico. Bastante más ligero y móvil que un ´delantero tanque´, tiene una técnica discreta, se asocia bien con sus compañeros en el área y realiza muy bien el movimiento de arrastre hasta llegar a segunda línea, es su jugada clásica. Prefiere el toque a la potencia. Su perfil es una mezcla entre el moderno «falso nueve» y el «falso diez», un jugador que puede adaptarse al perfil técnico de la liga española dónde no existe la rigidez táctica de la liga italiana y dónde los defensores están hechos de otra pasta. Tiene un potencial innegable aunque con sus ya 25 años, su crecimiento se empieza a estancar. Sus ocasiones para entrar en el fútbol de elite cada vez son menos y los errores se pueden pagar muy caro. Salió de Croacia para olvidar el fracaso de su padre Davor, ahora Duje está llamado a relanzarse y para ello será fundamental encontrar el ambiente y la confianza justa para desbloquearse. La llamada del Málaga en la Liga quizá puede evitar que sea recordado cómo una eterna promesa.