­El Málaga CF 2015/16 traspasa fronteras, con una plantilla de 23 futbolistas profesionales de 11 nacionalidades diferentes pertenecientes a tres continentes. Es un proyecto atípico, eso sí, ya que sólo cuenta con un único malagueño con ficha en el primer equipo -el centrocampista Recio- y apenas seis jugadores españoles: Albentosa, Juan Carlos, Darder, Miguel Torres y Camacho, además de Recio.

Once nacionalidades componen un vestuario muy diverso, un hecho habitual en el nuevo modelo del fútbol para los equipos modestos, ya que el mercado nacional está muy sobrevalorado, y se apuesta por futbolistas de otros países, aún por descubrir, que cobran menos dinero.

A día de hoy, el Málaga cuenta con 23 futbolistas profesionales, además de Chen, que el año pasado ya estuvo fuera de la lista de 25. De los futbolistas que trabajan a las órdenes de Javi Gracia, sólo seis son españoles. El resto se reparten entre otras diez nacionalidades: cuatro portugueses, dos holandeses (con pasaporte marroquí, Amrabat y Tighadouini), dos venezolanos, dos argentinos, dos brasileños, un mexicano, un bielorruso, un camerunés, un croata y un costamarfileño.

El dibujo puede cambiar de aquí al 31 de agosto, fecha tope para realizar fichajes. El club está atento al mercado porque considera que aún puede «pescar» un delantero en el mercado.

Entre los refuerzos firmados hasta la fecha hay dos españoles -el valenciano Albentosa y el madrileño Juan Carlos- y el resto tiene nacionalidad extranjera: el brasileño Charles, el croata Cop, el holandés Tighadouini y el portugués Fabio Espinho.

Los lusos son mayoría en el vestuario de Martiricos, ya que sólo les superan los españoles. El Málaga cuenta con cuatro portugueses en nómina, aunque uno de ellos, el capitán Duda, lleva ya más años en nuestro país que en suyo propio. Además de Espinho y Duda están Ferreira y Horta. Y casi hay un quinto, ya que Charles, aunque nacido en Brasil, vivió desde pequeño en el país vecino.

Charles es, al igual que otro de los viejos rockeros del vestuario malaguista, el central Weligton, de Brasil. Precisamente del continente americano hay una buena hornada de futbolistas, ya que, además de ellos, el Málaga cuenta con dos argentinos (Angeleri y Tissone), dos venezolanos (Rosales y Juanpi) y un mexicano, el cancerbero «Memo» Ochoa. Y es que en el Málaga hay futbolistas de tres continentes diferentes, puesto que de África provienen tanto Kameni (Camerún) como Boka (Costa de Marfil). Es cierto que podrían ser dos más, ya que tanto Amrabat como Tighadouini son de raíces y corazón marroquí, de hecho ambos juegan con la selección vecina. Pero los dos son nacidos en Holanda.

Europa es, precisamente, el continente de donde provienen más futbolistas. Sólo entre España (seis) y Portugal (cuatro) suman ya diez. Los otros llegan, además de los «tulipanes» Amrabat y Tighadouini, de Croacia (Cop) y Bielorrusia (Filipenko).

Este crisol de nacionalidades revela una planificación deportiva muy diferente a la realizada en otras épocas, cuando la mayoría de los jugadores eran españoles. Y, por supuesto, malagueños. Pero la cantera se vendió este verano -Samuel, Samu Castillejo y Juanmi- y ahora hay que esperar a nuevos valores. Cuidado con ellos, porque alguno podría tener un sitio en la primera plantilla, ya que tendrían ficha con el Atlético Malagueño y podría subir con el primer equipo. Son los casos del marbellí Javi Ontiveros o el mediapunta Pablo Fornals. Quien parece que sí tendrá un sitio será el cancerbero Aarón, como tercer guardameta, ya que Ballesté se ha marchado al Cádiz de Segunda B.

La puerta de entradas y salidas parece cerrada ya, a expensas de ese «9» que pueda llegar a finales de este mes. Y, en cuanto a las salidas, a día de hoy no hay ninguna oferta en el club por futbolista alguno.

En cuanto a los futbolistas, su adaptación plena a la Primera División no llegará hasta bien entrada la Liga, especialmente para dos jugadores como Espinho y Tighadouini, más de talento que de lucha y brega.