Javi Gracia ya hizo historia la pasada campaña, al conseguir arrebatarle cinco puntos a un Barcelona como el de Luis Enrique que lograría Champions, Liga y Copa. Los fantasmas para la afición blaugrana volvieron el sábado. Con un Málaga CF infranqueable hasta el minuto 73, el técnico navarro terminó de patentar su receta para frenar la pizarra de un entrenador al que conoce al detalle y con el que se lleva apenas siete días de edad.

Es cierto que el conjunto malaguista sufrió. Messi volvió a probar el excepcional estado de forma de Kameni -hasta en cinco ocasiones se le cruzó en el camino del gol-. Pero ni con el tridente a pleno rendimiento era capaz el vigente campeón liguero de encontrar una fisura en la malla tejida al milímetro. Las tablas parecían inalterables.

Vermaelen fue finalmente el encargado de acabar con esa tensión que se respiraba en el ambiente. Su zapatazo liberó a un Camp Nou que no olvidaba aquel triunfo, con gol de Juanmi, de la pasada temporada. Habían sido demasiados minutos sin poder cantar un tanto ante la escuadra costasoleña. En concreto 283. Pero es que del anterior habían pasado 19 meses. Algo que se dice bien pronto, tratándose de un rival de tanto peso ofensivo.

La racha terminó, sí. Pero incluso pudo Charles neutralizar la balanza, con su ocasión del minuto 93. Ahora Luis Enrique aventaja a Gracia, en los duelos como técnicos en la máxima categoría: dos victorias por una, más dos empates, en siete asaltos. Pero el camino es largo.