El inicio del Málaga en esta temporada 2015/16 ha llevado una trayectoria descendente. Prometedor contra el Sevilla, con el que mereció más; meritorio ante el FC Barcelona, al que hizo sudar; pero mediocre y pésimo frente a Eibar y Getafe respectivamente. Una evolución de más a menos que ha hecho que en el malaguismo se enciendan todas las luces de alarma.

Es cierto que aún es pronto para que la preocupación se torne en angustia, pero sí es momento de analizar algunos de los porqués este Málaga de Javi Gracia no acaba de carburar.

Sin gol y sin ocasiones. Cuatro partidos sin marcar y muy pocas ocasiones de gol generadas

El Málaga tiene la pólvora mojada. Los cuatro partidos sin ver puerta así lo atestiguan. Contra el Sevilla el equipo gozó de buenas oportunidades de marcar -incluso lo hizo en una acción legal que anuló el árbitro-, pero desde ahí, el equipo ha ido generando menos ocasiones. En el Camp Nou se asomó al área culé, pero sin suerte ni control de la situación -lo que es normal en Can Barça- y ya ante Eibar y Getafe las ocasiones fueron incluso más dispersas. El problema no es solo que los delanteros no estén atinados de cara a puerta, sino que cada vez gozan de menos oportunidades. Charles peleó ayer pero se desesperó porque no le llega un balón franco.

Parece que toda la eficacia mostrada en pretemporada se ha esfumado, pero para marcar goles hay que disparar entre los tres palos y este Málaga lo hace poco.

¿A qué juega el málaga? El equipo carece de un patrón de juego claro

Javi Gracia aún no ha dado con la clave de cómo debe jugar su equipo en este inicio de temporada. La temporada pasada el equipo tenía un patrón de juego identificable, pero en este arranque aún no se le atisba a lo que quiere que juegue o lo que ensaya en los entrenamientos.

El equipo abusa, y mucho, de balones largos a los delanteros. Una opción que se vuelve repetitiva y previsible con la que los defensas rivales se sienten cómodos.

Poco fútbol combinativo entre líneas y ningún futbolista que encare o desborde -salvo el ahora lesionado Amrabat-.

Poco fútbol en la medular. Ausencia de un jugador que genere juego en el centrodel campo blanquiazul

Javi Gracia avisó de lo importante que era Sergi Darder en su esquema. Un futbolista que, visto lo visto, era fundamental. Su movilidad, visión y llegada son características de las que no gozan ni Tissone ni Recio, con otras cualidades.

De momento, Gracia se ha enrocado en la dupla Tissone-Recio a la espera de que Camacho regrese de su lesión, mientras que no ha dado bola aún a Espinho, un futbolista al que se le presupone buen trato de balón y visión de juego que aún no goza de la confianza del entrenador.

Por otro lado, Juanpi es otro futbolista con cualidades para hacer jugar al equipo, pero el míster tampoco le ve preparado. En todo caso, el único que hasta el momento trata de asociarse y mover al equipo es Duda, el mejor el viernes sobre el césped del Coliseum.

El balón parado. El Málaga no hace daño al rival en jugadas de estrategia

El balón parado es una de las variantes del juego a las que un equipo puede aferrarse cuando no le salen las cosas, pero no es el caso del Málaga. Hay muchos equipos en la máxima categoría que arañan muchos puntos con la estrategia y potencian esa opción. El Málaga cuenta con buenos lanzadores como Duda y ha reforzado el juego aéreo con futbolistas como Albentosa, Charles o Cop, pero ni por esas.

Fichajes. De momento, los fichajes del Málaga no hacen olvidara los que ya no están

Aún es pronto para determinar si el Málaga ha acertado o no este verano con los fichajes realizados. Pero de momento las incorporaciones no han hecho olvidar a los Samus, Juanmi o Darder. Incluso, alguno de los nuevos como Espinho y Tighadouini apenas cuentan para el técnico. Aún falta por ver a Santa Cruz, al que ya conocemos; y a Mastour, sin transfer aún, pero lo nuevo no parece mejorar o incluso igualar a lo que maravilló la temporada pasada.