Roque Santa Cruz está a punto de debutar en su tercera etapa con el Málaga CF. El jugador ya ha dejado atrás la lesión muscular que le ha impedido vestirse de corto desde que regresó al conjunto blanquiazul hace ya 50 días y su vuelta es tan ansiada tanto por Javi Gracia como por todo el malaguismo.

Y es que, el cuerpo técnico y la afición blanquiazul confían que con el regreso del ariete internacional paraguayo a las convocatorias del Málaga, el equipo muestre mayor capacidad goleadora de la que ha exhibido hasta la fecha, con tres goles realizados, todos ellos en un mismo partido y con la firma de un solo jugador: Charles.

Las cifras realizadoras del conjunto de Javi Gracia son deficientes y toda ayuda es poca para revertir una situación que preocupa, y mucho, tanto al plantel como al respetable. La salsa del fútbol es el gol y de momento el Málaga solo ha conseguido condimentar un partido, el que le enfrentó a la Real Sociedad con el ya citado hat-trick de Charles.

Y es que nadie pensaba a estas alturas que una de las principales lagunas del conjunto malaguista iba a ser el gol. En pretemporada Charles y Cop dejaron una buena cifra de «chicharros» pero cuando comenzó a rodar el balón de forma oficial todo cambió. Ocho jornadas ya disputadas y siete en las que el equipo se ha quedado sin marcar. Un bagaje muy pobre en el que no solo tienen la culpa los delanteros, sino también la incapacidad del equipo a la hora de crear ocasiones de gol.

Así, el regreso de Roque Santa Cruz llega como agua bendita para el Málaga. El guaraní no es un futbolista con cifras goleadoras escandalosas, suma 20 dianas en sus etapas anteriores en el club, pero su dinamismo, juego aéreo y de espaldas, sumado a su veteranía, hacen de él un futbolista muy respetado dentro de la plantilla como temido por los rivales.

Roque, cedido por esta temporada en Málaga procedente del Cruz Azul mexicano, quiere volver a ser el jugador importante que fue hasta que cogió las maletas el pasado mercado invernal rumbo a México.

Lo cierto es que hablar de Roque no es hablar de un cualquiera. El paraguayo es historia viva de la entidad de Martiricos por su aportación a aquel «Málaga Galáctico» que brilló en la Champions League. Un equipo para la historia en el que el internacional paraguayo fue una pieza más importante de lo que se sus números dicen. Un delantero atípico, más valorado en el seno del vestuario blanquiazul que por la gran masa malaguista.

La etapa mexicana de Roque Santa Cruz en el Cruz Azul puede considerarse como un paréntesis en su idilio con el Málaga. Y es que, en su fuero interno él no quería abandonar el club, pero la oferta del conjunto azteca era muy buena en lo económico y tras «consensuarlo» con el Málaga, decidió aceptarla.

Antes de marcharse a México, Roque adquirió una residencia en propiedad en Marbella, su último hijo nació aquí el pasado verano y siempre manifestó que en la Costa del Sol había encontrado por fin el lugar para asentarse. Después de pasar por Alemania (Bayern Múnich), Inglaterra (Blackburn Rovers y Manchester City) y España (Betis y Málaga CF).

Un currículum impresionante el del internacional paraguayo, que en Martiricos ha demostrado el por qué ha sido uno de los delanteros más influyentes de la última década en Europa y ahora, en su nueva etapa quiere seguir demostrándolo.

Roque, además, es uno de los pesos pesados de la plantilla pese a sus 8 meses de ausencia en México. Fue clave cuando llegó en la convulsa etapa de reconversión en la que el jeque dejó de invertir. Ha ejercido como «padre» futbolístico de muchos jóvenes valores de la cantera, a los que ha aconsejado y ha dado ejemplo dentro del vestuario. Además, sin ser uno de los capitanes oficiales del equipo, siempre ha puesto al servicio del equipo su dilatada experiencia.

Y es que es imposible que a todo compañero, entrenador o miembro del cuerpo técnico del club al que se le pregunte por el guaraní, tenga malas palabras hacia él. Vuelve Roque y con él algo más que el gol.