Es tan cruel como cierto: La Liga no espera a nadie. Ni ahora ni nunca. Así que más le vale al Málaga CF comenzar a espabilar a partir de hoy, en un encuentro lleno contrastes y también con diferentes estados de ánimo. Porque pocos, muy pocos pensarían al principio de temporada que Málaga y Deportivo de La Coruña podrían estar separados tras ocho jornadas por once puestos en la clasificación y por siete puntos. Sin embargo, las dinámicas y las rachas son tan caprichosas como la lotería, y lo que es hoy un duelo igualado parece, con números en la mano, cargado de desigualdad.

El Málaga CF acude al duelo de esta noche en Martiricos cargado de necesidad. De ello son conscientes los malaguistas y también los deportivistas, que se han encargado de recordarlo durante toda la semana. No se fían de este Málaga, afirman desde tierras gallegas, aunque lo cierto es que aquí cada uno intenta jugar al despiste. Porque la realidad es que el Dépor, debajo de su fachada de equipo humilde, es una de las gratas sorpresas en este arranque de temporada. Los de Víctor Sánchez del Amo juegan un buen fútbol, son sextos en la tabla y no conocen la derrota lejos de Riazor. Tienen a Lucas Pérez en estado de gracia y cuenta con el magnífico momento del exmalaguista Luis Alberto y de Fayçal Fajr. Mosquera se ha hecho dueño y señor en el centro del campo y la zaga mantiene sus números con solvencia. Es, por lo tanto, un rival peligrosísimo que vendrá a Málaga a hacer más daño del que ya hay hecho.

Los coruñeses se han reforzado de maravilla este verano. Han apostado fuerte por Lucas Pérez como hombre franquicia y visto su estado de forma no parece descabellado que reciba la llamada de la selección pronto.

El Málaga, sin embargo, es todo lo contrario. A perro flaco todo son pulgas y si el inicio liguero estaba cargado de complejidad, las lesiones tampoco han dado tregua. Esta semana que ya está a punto de echar el cierre se ha cobrado a cuatro víctimas blanquiazules, una por día. Angeleri, Camacho, Santa Cruz y Juanpi, que al final no pudo llegar a tiempo para entrar en la lista, se han unido estos días a Amrabat y Flavio. Demasiados hombres claves en la enfermería.

Pero aseguraba ayer Javi Gracia en su comparecencia previa que él no es un hombre de lamentos y que apuesta fuerte en lo que tiene. Deberá el técnico recuperar su pareja de mediocentros más habitual esta temporada tras cumplir sanción en Mestalla -Tissone y Recio-, aunque también realizará más cambios. Albentosa volverá al equipo por Angeleri, y puede que Boka haga lo propio por Miguel Torres por eso de darle más acento ofensivo al equipo en casa.

La duda es saber si Pablo Fornals seguirá en el once y si el técnico apuesta de nuevo por Horta-Duda-Juankar en la segunda línea de ataque tras hacer aguas en tierras valencianas.

De cualquier modo, el conjunto blanquiazul necesita dar un paso al frente entre quien entre en el once, juegue quien juegue. Y es que aunque el Málaga ha regateado esta jornada los puestos de descenso, una nueva derrota sería difícil de digerir. Llega el momento de decantar la balanza, de enfocar la lucha para el futuro más inmediato. El triunfo será sinónimo de tranquilidad y optimismo; la derrota esconde oscuros vericuetos que pueden conducir a un nerviosismo peligroso.