15 de junio de 2008. Fecha marcada en el corazón de todos los malaguistas por ser el día en el que el conjunto blanquiazul regresó a Primera División tras vencer al Tenerife en La Rosaleda por 2-1. Y en aquel encuentro hubo un protagonista que relució por encima del resto: Antonio Hidalgo, autor de los dos goles que devolvieron al equipo costasoleño a la elite del fútbol español.

El jugador de Granollers anunció el lunes que cuelga las botas a sus 36 años de edad dejando un gran recuerdo en equipos como Zaragoza, Osasuna, Tenerife, Albacete y, por supuesto, el Málaga CF. Hidalgo llegó al conjunto de Martiricos en la temporada 2005-2006, tras haber pasado por el equipo tinerfeño y haberse criado en la Masía. No fue un año fácil para él y para el club, más bien todo lo contrario, al firmar el descenso a Segunda División.

Sin embargo, el mediapunta catalán permaneció en las filas blanquiazules y en solo dos temporadas devolvió al equipo a la máxima categoría nacional, convirtiéndose en el año del ascenso en el «Pichichi» del equipo con 14 tantos y siendo el héroe en la última jornada frente al Tenerife.

Pero nunca más volvió a vestir la elástica blanquiazul, ya que ese mismo verano decidió cambiar de aires rumbo a Zaragoza, donde solo permaneció hasta el mercado invernal y fue fichado por el Osasuna (2008-2009). Albacete (2009-2010) y Tenerife (2010-2012) fueron los dos siguientes clubes en los que militó antes de encontrar la estabilidad en el Sabadell, donde permaneció durante cuatro campañas hasta el verano pasado.

En la presente temporada, Antonio Hidalgo se embarcó en una nueva aventura en el Cornellá UD de Segunda División B, pero ni tres meses después ha decidido que es el momento idóneo para decir adiós. «Es un punto y final. Ha llegado el momento de decir adiós. La semana pasada lo comuniqué al Cornellá y a mis compañeros», dijo el martes durante la Gala de las Estrellas que organiza la Federación Catalana , donde recibió el premio al mejor gol de la pasada temporada.

Han pasado ya más de siete años de aquel día en el que Hidalgo se convirtió en el héroe del último ascenso a Primera, pero seguro que a ningún aficionado blanquiazul se le han borrado de su mente aquellos dos tantos y la posterior celebración en el balcón del Ayuntamiento y del Hotel Larios en una Plaza de la Constitución abarrotada.

Ahora, el de Granollers se embarca en el cuerpo técnico del Liga Nacional juvenil del Cornellá UD para seguir su aventura en el mundo del fútbol.