Crisis institucional en toda regla. Es lo que azota al seno de la entidad blanquiazul desde que el pasado martes saltara la «bomba» de los posibles despidos de varios responsables del Málaga CF que pretende llevar a cabo el jeque Al Thani en la planta noble de Martiricos.

Tal y como se contó ayer en las páginas de este periódico, el mandatario catarí pretende llevar a cabo una revolución máxima en la directiva malaguista, pero por el momento parece que todo ha quedado en compás de espera hasta la próxima llegada del sheikh o de sus hijos, Nasser, actual vicepresidente del club, y Nayef, consejero del club. La falta de liquidez y el elevado coste que acarrea fulminar a los responsables de varias áreas y a los trabajadores a su cargo ha frenado la nueva «ocurrencia» de la familia Al Thani, cada vez más separada de la realidad blanquiazul.

Lo cierto es que en estos momentos la situación puede derivar en cualquier cosa. Los Al Thani son realmente impredecibles. A día de hoy, ninguno de los altos cargos del club costasoleño sabe a ciencia cierto su futuro próximo dentro del club. Aunque no solo ellos, también en otros departamentos del club se han iniciado los movimientos y se plantean cambios.

Lo único que está claro es que la relación entre los actuales propietarios del Málaga CF y la directiva blanquiazul está estancada y la situación parece irreversible. De hecho, según apuntan fuentes del club, el magnate catarí ya habría comenzado a solicitar informes para los posibles sustitutos de los cargos que podrían acabar «en la calle», algo, por cierto, desmentido anoche por Nasser Al Thani, vicepresidente e hijo del propietario.

Las diferencias entre la directiva y la familia Al Thani han ido aumentando con el paso de los meses. Desavenencias continuas entre la propiedad y las cabezas visibles en Málaga. Al Thani ha pedido las «cabezas» de varios hombres importantes del día a día y Vicente Casado ha frenado esas destituciones. Entre tanto, la familia Al Thani ha caído en la cuenta de que la liquidación de sus finiquitos les costaría un dineral. Y todo se ha frenado. Una locura...

En las oficinas de La Rosaleda todos los «implicados» siguen realizando sus funciones como en los últimos años, con la inquietud real de conocer su futuro. Y con la tristeza de ver al club en estas manos... Aunque algunos tienen más que claro que están en la rampa de salida. De lo que no hay ninguna duda es que no parece el mejor momento para iniciar una reestructuración profunda de la plana mayor de la entidad, en plena temporada y viendo la situación actual del equipo en Liga, igualado a puntos con la zona de descenso y con un partido trascendental en Cornellá a la vista. Porque aunque cuerpo técnico y jugadores intenten mantenerse al margen y aislarse de todo este ruido institucional, algunos miembros del plantel ya empiezan a inquietarse por conocer el futuro cercano y las intenciones de la propiedad en cuanto al equipo.

Las exigencias de los Al Thani. Las intenciones de la familia Al Thani parecen ir más allá de un simple cambio de cromos en los altos cargos de la directiva blanquiazul. La intención del sheikh y sus dos hijos es quedarse con parte del ingreso de los derechos de televisión que vayan llegando a las arcas de Martiricos, tal y como publicó ayer en su web Radio Marca Málaga. Según apunta este medio, los Al Thani pretenderían hacerse con una cantidad de 5 millones de euros, de un total de 6 que han llegado a La Rosaleda como parte de ese concepto estipulado de derechos audiovisuales.

De producirse de esta manera, se trataría de algo que carece de toda lógica y que podría meter a la entidad blanquiazul en verdaderos problemas económicos, ya que el ingreso por derechos de TV debe ser el mayor aporte para subsistir en las próximas temporadas, siempre y cuando no llegue una inyección de la propiedad -visto lo visto cada vez es más improbable, por no decir imposible-.

El culebrón no ha hecho más que empezar y las decisiones pueden sucederse en los próximos días con la vuelta de Nasser a Málaga. O al menos esa era su intención. De momento no hay nada en firme. En Martiricos reina el desconcierto y cuanto más se alargue en el tiempo peor para la entidad.