Roque Santa Cruz ha dejado atrás las dudas que le generaron las lesiones, está integrado al 100 por 100 en la dinámica del equipo y lo único que piensa es en aportar sus goles y experiencia a la causa malaguista. En Las Palmas volvió a sentirse importante y ahora quiere más. De sus palabras se entrevé que está con ganas de seguir en el Málaga una vez que finalice su cesión procedente del Cruz Azul mexicano y asegura que a partir de ahora es momento de conocer las intenciones de todas las partes para planificar su futuro.

En Las Palmas jugó el primer partido titular en Liga, los 90 minutos y encima marcó el gol que sirvió para sumar un punto, ¿estará motivadísimo, no?

Estoy muy contento por el partido. Después de mucho tiempo de inactividad en Liga se resiente un poco el ritmo de competición por lo que hay que ir paso a paso. Estoy satisfecho por poderle haber dado al cuerpo otros 90 minutos y porque físicamente estoy respondiendo bien y encima con gol. Siento que estoy regresando al nivel que me gustaría tener, lo que es muy positivo.

¿En que porcentaje de forma está, falta mucho por ver al mejor Roque?

Bueno, es difícil cuantificar eso, pero depende de los minutos que juegue. Solo los partidos te dan el ritmo de competición. Hay cosas que los entrenamientos no te dan y que solo se ganan en los partidos. Me faltan minutos pero sabemos que estando sólo vivos en una competición es más difícil tener oportunidades para jugar, así que cuando se presenten esas oportunidades hay que aprovecharlas. Contra Las Palmas lo aproveché y creo que me falta muy poco para estar a tope, ya es más una cuestión de sensaciones y de ritmo de partidos.

Teniendo en cuenta que ya sin la Copa va a haber pocos minutos para muchos jugadores, ¿cree que el pasado domingo hizo méritos para seguir siendo titular en Sevilla?

Creo que el entrenador es quién tiene que decidir el que puede hacerlo mejor en cada partido. Charles lo viene haciendo muy bien, se perdió un partido por suspensión, pero lo que ha conseguido él no ha sido fruto de un día, sino de muchos partidos y buenas actuaciones. Él ahora mismo es el máximo goleador de nuestro equipo y respeto absolutamente las decisiones del entrenador. Lo mío ahora es ir metiendo un poco de presión con actuaciones como la de Las Palmas.

Pero con el 4-4-2 que viene jugando el Málaga en los últimos partidos hay sitio para dos delanteros, ¿Es usted compatible con Charles o viceversa?

Creo que sí. Cuando juegas al fútbol con alguien que entiende y lee bien el juego, todo se hace más fácil. Esa pareja arriba es una de las alternativas que se puede dar, pero tengo que esperar el momento y ver cómo se van a plantear los partidos. Tenemos que estar todos preparados y proporcionarle al entrenador las armas necesarias para plantear bien los partidos.

Se fue hace un año al Cruz Azul y en verano regresó como cedido, ¿cómo se ha encontrado el club después de esos meses fuera?

El espíritu del club siempre es el mismo, al final los jugadores van y vienen y es el club el que tiene que encarnar ese espíritu que se siente. Somos un equipo familiar, con una afición que empuja y vive el club. Somos jugadores que sentimos la camiseta y nos identificamos con la ciudad. En ese sentido, tener gente como Weligton, Recio, Kameni, Duda... que llevan tanto tiempo en el club hace que la cosa sea más fácil. Son jugadores que le dan vía a ese sentimiento.

Precisamente, hay varios jugadores importantes como Kameni o Amrabat que pueden salir en el mercado invernal, ¿cómo afectaría la marcha de dos pesos pesados como ellos en el vestuario?

No sé lo que va a pasar, pero habla bien del trabajo que viene realizando el club. Hay que entender que en el fútbol todos queremos progresar, pero esa necesidad de progresar siempre tiene que ir acompañado de una sensación de bienestar para el club. Son cosas que se van estudiando, se ponen en la balanza y si al final conviene al club hay que considerarla, ya que supondrían un ingreso importante para el club. Hay que mirar la situación de todas las perspectivas y saber qué significaría eso para el club.

Y en su caso, ¿quiere seguir en el Málaga una vez que termine su cesión o su intención es regresar a México?

De a poco voy llegando a un nivel futbolístico que me permite ver un poco más claro mi futuro. He estado lesionado mucho tiempo y se me cruzaron muchas cosas por la cabeza... Llegas a pensar incluso que ya no vas a ser nunca más el jugador que era antes de la lesión. Hoy por hoy me siento muy cómodo, con ganas de pelear por cosas, por marcar diferencias, que es el sino de un delantero.

¿Ha hablado con alguien del Málaga o del Cruz Azul sobre su futuro?

Ahora que he alcanzado otra vez el nivel es el momento de hablar con la gente de allá para conocer cuáles son sus ideas. El Cruz Azul se ha portado muy bien conmigo dándome la oportunidad de venir al Málaga a recuperarme bien y de tener fútbol aquí. Vamos a ver qué ideas tienen ellos y contrastarlas con las que tenga el Málaga para ver qué quiere hacer. A ver si así las tres partes podemos estar contentos con la decisión que se toma, pero aún queda tiempo hasta junio y vamos a ir hablando poco a poco.

Habla del calvario con las lesiones, ¿llegó incluso a plantearse la retirada?

(....) Tenía miedo de no sentir las piernas libres como para poder realizar el trabajo normal, poder esprintar y hacer las cosas que yo quiero hacer en la cancha. Siempre te planteas si después de tanto tiempo vas a estar a la altura en una liga tan competitiva como ésta. Ante todo está la propia honestidad y poder cumplir con la gente que ha confiado en ti, eso tiene un peso. Por las sensaciones que tengo hoy en día tengo mucha confianza de que voy a seguir estando bien y de que voy a rendir al 100 por 100.

Todo el mundo dentro del club -jugadores, cuerpo técnico, trabajadores- hablan de la importancia que tiene Roque Santa Cruz en el vestuario, ¿es consciente de ello?

Creo que puedo dar ejemplo. Más allá de los años de experiencia y de mi trayectoria en el fútbol me gusta seguir compitiendo con los más jóvenes. Con los años uno tiene más capacidad para influir más de cerca en los jóvenes y enseñarles que las cosas salen desde la tranquilidad y el trabajo.

Hubo un antes y un después tras la eliminación copera ante el Mirandés. ¿Qué se dijeron en ese vestuario tras el varapalo de caer ante un rival de inferior categoría?

No fue cosa de la eliminación copera, antes ya teníamos la necesidad de pedir más de todos. No surge en base a la eliminación pero sí que es un detonante para que todos estemos en alerta y todos podamos exteriorizar nuestras sensaciones para poder corregir lo que está mal y sumar como grupo. Fue terapéutico decirse las cosas a la cara y exigirse más mirándose unos a otros a la cara. Funciona más cuando la predisposición es buena y más si cabe en un grupo de amigos como somos nosotros. Al final en deportes colectivos se nota la diferencia cuando todos vamos de la mano y tenemos una exigencia común, primero con el grupo y luego hacia el exterior.

¿Es cierto que se ha convertido en el traductor del jeque cuando llama al vestuario y ponen el manos libres?

Se va a convertir en mi segundo trabajo en el club, el de traductor. Ya desde mi primera etapa con Shatat ejercía de traductor y enlace para las cosas que afectaban directamente a la plantilla. Fue una época complicada, con muchas conversaciones y yo fui un poco el que hizo esa labor de seguimiento para luego hablar con el grupo. Hoy por hoy, estando el jeque más presente también se hace sentir y hablando en inglés con él nos manda mensajes de apoyo y nos desea éxito antes de cada partido.

¿Tanto ha cambiado su implicación en el club?

Normalmente un dueño no tiene su mano derecha en la institución. Antes se hacía sentir a través de Shatat y hoy tiene mucha más voz porque se personaliza, habla con nosotros y al final es una sensación importante para los jugadores porque todos queremos sentir que él está contento con nuestro trabajo. Queremos que él experimente la alegría y que viva la sensación de tener un equipo que se esmera por hacerlo bien.

Es historia viva del club, ya está entre los 10 máximos goleadores. ¿Qué le supone?

Había leído algo pero no lo sabía. Es un orgullo enorme formar parte de la historia del club por el respeto mutuo que tengo con la afición y que se va renovando en cada partido. Solo puedo pensar en aumentar la cifra de goles.

Y llega el derbi regional contra el Sevilla, un rival al que usted se ha medido con el Málaga y con el Betis... ¿Le tendrá ganas?

Claro. Para el malaguismo es un partido enorme, que se quiere ganar, sumar de a tres y evitar que ellos sumen. Creo que es uno de esos partidos que todos queremos jugar y donde el ambiente es muy especial, razón de más por lo que queremos esmerarnos y ganar. Estamos convencidos que con la dinámica que llevamos en el Pizjuán vamos a hacerlo bien.

Se lesionó en la Copa América con Paraguay, ¿tiene en mente volver a la selección?

Obviamente que haber acabado un partido lesionado no es el recuerdo que quiero llevarme de la selección, así que estoy trabajando para poder ir y terminar bien el recuedo de la selección, donde llevo muchos años de momentos lindos y tristes, pero acabar ese capítulo de la mejor manera posible.

En su país se le reconoce mucho por la labor solidaria y social que realiza, ¿ha pensado seguir con esa labor mediante la política cuando se retire?

No hace falta ser político para trabajar por un cambio. La idea es seguir ayudando desde mi fundación y después del fútbol meterme mucho más en las labores sociales pero sin pensar en política.