Marcos Angeleri ya es pasado en la historia del Málaga CF. El club de Martiricos hizo oficial el sábado, tras el partido en Eibar, que el futbolista argentino se marchaba rumbo al San Lorenzo de Almagro tras dos temporadas y media en las filas blanquiazules. El defensa, hasta el sábado blanquiazul, llegó al club en pleno cambio de rumbo del proyecto de Al-Thani y se marcha sin hacer demasiado ruido.

Angeleri desembarcó en la Costa del Sol en el verano de 2013 procedente de Estudiantes de la Plata de la mano de BlueBay y se llevó uno de los últimos grandes contratos que se firmaron en las oficinas de La Rosaleda desde que el mandatario catarí decidiera dejar de invertir en la entidad. El argentino contaba en la actualidad con una de las fichas más altas de la plantilla y la realidad actual del club hace que la operación sea beneficiosa pese a que se haya marchado «libre».

De hecho, pese a no ingresar dinero por la venta del jugador, las arcas de Martiricos salen reforzadas al no tener que pagar una buena suma de que debían al argentino, que se marcha perdonando un buen dinero y poniendo facilidades para una salida limpia del club.

El zaguero sudamericano siempre ha demostrado un gran compromiso con el equipo desde el primer hasta el último día. Y eso provocó que la dirección deportiva del club quisiera renovar el contrato del jugador, que finalizaba este verano. Angeleri tuvo una propuesta sobre la mesa para seguir ligado a la entidad malagueña, pero nunca se llegó a un acuerdo y el jugador tomó la decisión de irse para poner de nuevo rumbo al fútbol argentino.

Sin contar con el apoyo de la afición, que en muchas ocasiones ha criticado sus actuaciones sobre el verde por sus limitaciones técnicas, Angeleri nunca ha dejado de trabajar y siempre que tuvo la oportunidad de jugar se fajó como el que más.

Llegó al club siendo un lateral, que podía hacer las funciones de central, y acabó siendo todo lo contrario: un central cumplidor que cuando era necesario podía actuar por las bandas, tanto en la derecha como en la izquierda -si hubiera tenido que actuar de delantero centro seguramente tampoco hubiera protestado-.

Su actitud hasta el último día ha sido intachable pese a estar más fuera que dentro. Se hablan maravillas de él a nivel de vestuario y en las oficinas del club. Siempre sumí como el que más para hacer «piña» y nunca generó ningún problema, jugara o no jugara.

Al final, Angeleri se marcha con 69 partidos oficiales a sus espaldas con la camiseta blanquiazul, el último, frente al Barcelona en La Rosaleda donde pudo vivir los últimos minutos como futbolista en La Rosaleda.

Eso sí, su marcha del club deja ahora un compromiso a la dirección deportiva de la entidad, liderada por Francesc Arnau. A falta de 24 horas para al cierre del mercado, es necesario que el conjunto blanquiazul mueva ficha para suplir la ausencia del defensa argentino.