Francisco Guillermo Ochoa Magaña (Guadalajara, Jalisco, México, 13 de julio de 1985) rompió su silencio en el mismo momento que rompía las cadenas que le ataban a la suplencia. El guardameta mexicano ha encontrado, tras más de año y medio en Málaga, la felicidad de cualquier futbolista. Ahora juega, siente el cariño de la afición y lucha por mantener la titularidad en igualdad de condiciones. Posiblemente sea su momento, pero el Memo quiere alargarlo lo máximo posible.

Se le ve feliz, contento, se le ve ilusionado...

Pues sí, contento y disfrutando de estos momentos, en los que estoy jugando. Es lo más bonito de un futbolista y un deportista, que es hacer lo que le gusta. Y lo mío es jugar, estar en la cancha y contento de poder jugar y que las cosas hasta el momento estén saliendo bien para el grupo y en lo personal.

¿Lo pasó mal durante ese periodo de tiempo en el que no jugó? ¿Se sentía incompleto?

Pues sí, sientes que eres futbolista pero que te falta algo. Lo que te da el partido, el jugarlo, el esfuerzo, el estar cansado después del juego, la tensión previa, el nerviosismo previo, el estrés llegando a tu casa, felicidad tras hacer un buen partido, tristeza, coraje... Son sensaciones que te las dan un partido de fútbol por más que estés entrenando. Al final soy un apasionado del fútbol y disfruto de ganar y perder, porque son sentimientos que van de la mano entre la persona y el futbolista. Cuando estás bien en lo personal y jugando, estás bien en todo.

Ha estado mucho tiempo en silencio. ¿Fue difícil también callar mientras se hablaba mucho sobre usted?

Sí, fueron muchas cosas las que se hablaron y que salieron. De la situación por la que no jugaba, de cómo había llegado, de decisiones técnicas. Opté por hacerme a un costado y dedicarme a trabajar. Sigo creyendo que fue la mejor decisión, estar dentro del grupo. Y hacer alguna declaración o alguna entrevista... lo veía difícil, no iba a beneficiar ni a ayudar al grupo.

¿Se aprende algo, se puede sacar alguna situación positiva de no estar en primera línea o se arrepiente del tiempo perdido?

No, para nada. Yo siempre lo he dicho, que no me arrepiento de haber venido al Málaga. Siempre la decisión que tomé de venir fue bien pensada y bien ejecutada. Y bueno, tardó en llegar este tiempo para jugar, pero lo importante fue la paciencia y la constancia. Mantenerme fuerte en el día a día en los entrenamientos, prepararme, tratar de obtener objetivos cortos y no bajar los brazos. Pero lo más importante fue no dudar de mí, porque en estos periodos te pueden pasar muchas cosas por la cabeza y lo peor que puede hacer un jugador en esta etapa es dudar de sí mismo. Y no, al contrario, yo sabía de lo que era capaz, sé lo que puedo aportar.

Pidió una oportunidad y ahora la ha tenido. ¿Se ha ganado el derecho a seguir siendo titular?

(Risas) Eso quien lo decide es el entrenador. Yo por supuesto estoy contento de estar jugando, quiero seguir jugando. Y al final no es decisión mía. Pero me siento bien aquí, pero por supuesto jugando me siento mejor. Me encantaría seguir a mí.

Hay dos puntos importantes en un corto periodo de tiempo. El primero fue contra el Dépor, donde por fin debutó en Liga aunque fue por lesión. Y el segundo contra el Sporting, donde lo pudo hacer desde el inicio. ¿Qué sensaciones le dejó?

El primer partido con el Dépor no me dio ni tiempo a pensarlo porque se produjo el debut durante el partido, llegó la lesión y rápidamente tuve que entrar. Y después de estar tanto tiempo sin jugar es difícil los recorridos, la línea, la distancia, volver al ritmo de juego, la concentración, la tensión... Fue un partido muy raro porque la cancha estaba muy mala, el clima muy feo, con mucho aire, el partido estaba loco, no fue el mejor juego del equipo... Difícil. Pero logramos el empate y pude jugar. La siguiente semana la afronté como las demás, preparando y entrenando para jugar. Pero ya sabía que en ese momento los ojos iban a estar puestos en mí. Aquí querían verme jugar, en mi país estaban esperando que jugara, vino la prensa... Había mucha tensión y presión alrededor de mí. Pero lo disfruté, volver a sentirme futbolista. La presión de jugar, la tensión, el disfrutar una atajada, el grito, la gente... Y llegar a casa, sentarme y liberarme. Son esas cosas bonitas, disfruté mucho poder jugar en La Rosaleda, que tenía ganas.

Ha sido una semana con el debate en la calle por el regreso a la actividad de Carlos Kameni. ¿Cómo ha vivido la semana, ajeno a todo? ¿Nervioso, tranquilo?

Con normalidad y tranquilidad. Creo que eso ha sido algo que he podido mantener cuando no jugaba y ahora que sí lo hago, pues de la misma forma, no tengo que cambiar nada. Por supuesto que yo tengo ganas de jugar y de continuar. Y al final él ya regresó de la lesión y eso ya está en manos de otra persona. Yo voy a hacer lo que está en mis manos, que es trabajar, luchar y entrenar.

¿Tiene la sensación de que esta situación que vive esta semana es similar a la que vivió en verano de 2014, cuando llegó y antes de arrancar la temporada por esa indefinición en la portería?

No, yo creo que es distinto porque cuando yo llegué no se me dio la oportunidad de demostrar ni de pelear el puesto. No me dieron minutos para poder jugar. Ya se sabía de antemano quién iba a jugar y lo que iba a pasar. Ahora yo creo que es una situación diferente porque ya pude jugar en la Liga y creo yo con buenos partidos. Igual influye e igual no, el que decide es el entrenador.

Lo que sí parece es que ha convencido al malaguismo. En La Opinión de Málaga hemos realizado una encuesta

Se agradece que la gente opine de esta manera porque eso significa que estoy haciendo bien mi trabajo y que es en la línea que debo seguir. La gente siempre me ha mostrado mucho cariño, por supuesto ahora mucho más. Pero también cuando no jugaba la gente me hacía sentir que creían en mí, que querían verme jugar, que lo hacía bien cuando jugaba la Copa, que ojalá jugara en la Liga. La gente siempre me ha mostrado ese apoyo y ese cariño. El día del Sporting me recibieron muy bien, yo ya sabía que me iban a apoyar como a uno más del grupo.

Es una lástima que el puesto de portero sea una posición poco dado a los cambios...

Sí, eso lo sabemos desde chico, sabemos cuando inicias la posición de portero que va a tener sus complicaciones. Todo el mundo te dice que juegues a lo que quieras pero que no seas portero. Amigos, familiares... Todo el mundo quiere enseñar a su hijo que no sea de portero. Yo empecé de delantero y acabé de portero. Se me fue dando bien de portero, me gustaba, veía que lo hacía bien y seguí.

¿Entendería si no fuese titular ante el Athletic? Es una posibilidad que se puede dar.

Bueno, no me gustaría adelantarme... (risas) Yo ahora me estoy preparando para jugar. Vamos a ver qué pasa. Yo ahora quiero disfrutar de este momento. El lunes ya te podré responder.

¿Le pidió explicaciones a Javi Gracia en alguna ocasión?

No, no. Nunca le pregunté nada. Ni ahora que estoy jugando, tampoco. Yo me enfoqué a trabajar.

Y su relación con Kameni, ¿ha cambiado algo ahora que están en lados diferentes de la moneda?

Desde el año pasado se hablaba muchas cosas pero no son así como se hablaron. Siempre ha sido una relación de trabajo, de respeto, de estar bien con el grupo. Nunca ha habido ninguna indisciplina de ninguna parte. Ni malas palabras. De hecho entrenamos juntos todas las mañanas. El entrenador de porteros nunca ha tenido queja mía ni tampoco de él. Sé más de lo que se ha hablado fuera que lo que ha pasado dentro.

¿Tiene algo que demostrar Memo en el Málaga o todo el mundo ya ha visto de lo que es usted capaz?

No creo que sea un tema de demostrar, es de reafirmar, de confirmar por lo que llegué acá. De joven uno demuestra a ver dónde puede llegar. Ahora es reafirmar. Uno llega a un punto que tiene una edad y una trayectoria que hay que tratar de continuar esa línea. La gente ya sabía de lo que yo era capaz de hacer de portero. No es que vean a alguien nuevo.

Se está hablando mucho sobre su futuro del próximo año pese a que tiene un año más de contrato. ¿Tiene pensado decidir su situación pronto o aguardará hasta el posible regreso?

Estoy disfrutando en este momento de jugar en el Málaga, estoy feliz y mi familia también. Ojalá pudiera jugar más tiempo acá. No se sabe. No me gustaría adelantarme a nada. Y ya veremos lo que pasa en verano, lo que pasa en Málaga, con la selección, tengo un año más de contrato. Al final siempre es mejor tomar una buena decisión para el bien de tu carrera y familiar. Ya lo decidiré pero de momento ni siquiera lo había pensado.

¿Contempla arrancar el próximo año como lo hizo los dos anteriores?. Sería un escenario complicado para usted.

Sí, es un escenario difícil, pero no lo creo.