­Ernesto Valverde consideró ayer que para un equipo, como le pasa al Athletic Club esta semana, «es difícil» acabar un partido el jueves a las 12 (de la noche) en Sevilla y tener que jugar el domingo a las 12 (del mediodía) en Málaga, ya que pierde «unas horas de descanso» que le «hubiesen venido bien» para recuperarse del esfuerzo.

En ese sentido, aseguró que «en los horarios los equipos que juegan la Liga Europa son los damnificados». «Estamos como podemos, el otro día fue una partido intenso -con prórroga y penaltis ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán- y se nota. Todavía la gente está cargada. Jugar mañana (por hoy) a las 12 nos quita unas horas de descanso que nos hubiesen venido bien», dijo.

Ya de cara al partido en La Rosaleda, admitió la necesidad de hacer cambios en la alineación tras la paliza frente el Sevilla. Uno de ellos será el obligado de relevar en la punta de ataque a Aritz Aduriz, al que le espera de vuelta de la lesión muscular en «unas dos semanas y media», que fue el tiempo que tardó la temporada pasada tras una lesión similar también ante el Sevilla.

Valverde dio especial importancia al choque para evitar que los de Javi Gracia, a los que el Athletic Club tiene ahora a dos puestos y a 10 puntos de diferencia, «una distancia que no es insalvable», se planteen remontarles en la tabla.