Al Málaga CF le han «sobrado» las últimas ocho jornadas de Liga. Al menos, para lograr la ansiada permanencia un año más en la elite del fútbol nacional. Y es que la línea roja del descenso a Segunda División quedó finalmente marcada anteayer por el Getafe, antepenúltimo en la clasificación, con 38 puntos, uno menos de los que el Málaga CF tenía en la tabla la noche del 19 de marzo, después de ganar 0-1 en el Benito Villamarín al Real Betis y alcanzar entonces los 39 puntos ligueros.

Todos los puntos logrados en los dos últimos meses, entre las jornadas 31 y 38 de la Liga BBVA recientemente finalizada, han valido para vivir con tranquilidad el esprint final liguero, aunque no para alcanzar una plaza europea, que hubiera redondeado una gran temporada para los dirigidos por Javi Gracia.

El Málaga CF, en esas ocho «intrascendentes» jornadas finales, logró 9 puntos, merced a dos victorias (Levante y Las Palmas) y tres empates (Espanyol, Granada y Rayo Vallecano), perdiendo sus partidos ante Athletic de Bilbao, Atlético de Madrid y Celta.

Resulta especialmente llamativo que el equipo albiceleste haya logrado la permanencia tan pronto después de un arranque liguero horroroso en el que incluso el entrenador malaguista estuvo en el disparadero. Las dudas sobre la viabilidad del proyecto deportivo y sobre la calidad de la plantilla fabricada el pasado verano hacía pensar en una Liga mucho más agónica de lo que en realidad ha sido.

El Málaga, de hecho, era colista de Primera División el 21 de noviembre, tras la disputa de la jornada 12. Aquel día, el Málaga perdió en Cornellá 2-0 ante el Espanyol, quedando como farolillo rojo, al sumar solo nueve puntos merced a dos victorias, tres empates y siete derrotas, en una docena de partidos.

Desde entonces, el equipo comenzó a sumar puntos con mucha facilidad, saliendo del pozo y ascendiendo hasta la octava plaza final, justo al borde de la zona europea, superando a equipos como Valencia o Real Sociedad, por poner solo dos ejemplos.

Desde aquella jornada 12, el Málaga CF sumó 39 puntos de 78 posibles, justo la mitad de los que estaban en juego, un ritmo propio de un equipo de Europa League, objetivo que se quedó muy cerca, pero al que no se pudo llegar por la mala puesta en escena de los tres primeros meses de temporada.

El equipo acabó la temporada en la octava posición con 48 puntos, con lo que igualó el puesto que logró en las temporadas 2000-01 y 2008-09, aunque sus mejores registros corresponden a las campañas 2011-12 con una cuarta plaza, el mayor éxito del club, y a la siguiente, 2012-13, cuando terminó sexto, en ambos casos con el chileno Manuel Pellegrini en el banquillo.

A pesar de su buen puesto liguero final, el equipo ha tenido estadísticas dispares. Así, el Málaga ha acabado como el tercer peor equipo en número de goles marcados, con 38, solo uno más que el Levante y el Getafe, aunque en la temporada 2005-06 sólo anotó 36 tantos. Este registro, sin embargo, contrasta con la cifra de goles encajados, ya que los malaguistas han sido el cuarto equipo al que menos tantos le han marcado con 35, igualado con el Villarreal y sólo por detrás del Atlético de Madrid (18), del Barcelona (29) y del Real Madrid (34).