Apareció, rodeado por sus dos hijos Nayef y Nasser, 15 minutos tarde, en la sala de prensa. Expectación inusitada porque, el que más y el que menos, no había oído nunca su voz. La del dueño y propietario del Málaga CF, Abdullah Bin Nasser Al-Thani. Traje oscuro, cortaba azul con tintes blancos, y papel entre manos. Saludo protocolario y lectura en inglés de un comunicado muy "made in jeque Al-Thani". Buenas palabras, mejores deseos, un Málaga grande, proyectos en el aire y pocas, escasas certidumbres. Eso sí, se guardó un as bajo la manga: el "efecto Camacho". Un pelotazo. Recompra al fondo de inversión lo que le había vendido antes e Ignacio Camacho, el estandarte del Málaga CF, es del club al 100 por 100. Si alguien le quiere deberá pagar un pastón.

El jeque habló públicamente tras casi seis años como propietario. No admitió preguntas, y ahí perdió una gran oportunidad para salir reforzado, para hacer realidad esa "transparencia" de la que luego habló. Su Málaga sigue siendo un sueño. No aclaró mucho, no aclaró nada. No hubo fechas, no hubo realidades, no hubo planos del proyecto de La Academia ni planos de las mejoras que anunció de La Rosaleda. Buenas palabras, como ha hecho en los últimos años, cuando los hechos (invirtió más de 100 millones tras su aterrizaje) se derrumbaron ante la realidad posterior (dejó de invertir, se desentendió de la dirección de "su" club y el Málaga estuvo a punto de desaparecer).

El jeque habló de La Academia, de la sintonía con las instituciones y de que hará un Málaga más grande. Lo del Málaga más grande ya lo dijo en su día Abullah Ghubn. Luego Moayad Shatat. Y mira dónde están ahora los dos. Me faltaron realidades, papeles, preguntas, respuestas, certidumbres, debate. Ni esta boca es mía de la venta del 49% de su paquete accionarial al empresario Jamal Iglesias, de BlueBay. Tampoco del puerto de La Bajadilla de Marbella. No hubo nombres propios? Ni los citados Ghubn o Shatat. Ni Casado ni Novo ni los actuales abogados granadinos que él trajo hace unos meses y a los que él mismo ha arrinconado.

Lo suyo, lo de este mediodía, hubiese sido un gran inicio, una estupenda bienvenida y presentación. Pero lleva seis años ya en Málaga. Seis años con más medias verdades que hechos. Con la Champions y la posterior "casi" desaparición. Con más palabrería que certidumbres. Es cierto que ha dado un paso al hablar en público, al leer su comunicad. El jeque y dueño del Málaga CF, Abdullah Bin Nasser Al-Thani, tiene un voto de confianza de los malaguistas. Porque, al fin y al cabo, el Málaga CF es un sentimiento y no entiende de razones.