Un trabajo serio, un gol de penalti de Charles y de nuevo la aparición estelar de En-Nesyri fue suficiente para que el Málaga CF conquistara anoche en la Tacita de Plata su primer Trofeo Carranza. Un torneo de pedigrí que clausura una pretemporada casi impecable y que a buen seguro sube el ánimo de la tropa malaguista a menos de una semana para arrancar el campeonato liguero.

Posiblemente no se puede pedir más. El Málaga ha cumplido con las expectativas. Ha dejado destellos de calidad, buen fútbol a ratos y un buen puñado de goles este verano. Pero los rivales no han sido lo necesariamente exigentes como para lanzar las campanas al vuelo a estas alturas. Por lo tanto, el Carranza llega a las vitrinas de Martiricos, pero los de Juande deberán mostrar ante Osasuna el próximo sábado su condición de equipo revelación.

Porque lo serio poco tendrá que ver con lo vivido este verano. Anoche el Cádiz se mostró como un conjunto rocoso y con ganas de dar guerra. Bajo el calor de su afición y con la intención de vender cara su piel y su trofeo, los locales maniataron defensivamente al Málaga CF, que suele tener cierta facilidad para generar ocasiones de gol.

Pero Juande puso de inicio a un equipo con cierto aroma a «Plan B». Muchos cambios con el once del viernes -apostó con dos delanteros de inicio, aunque con Michael Santos algo más escorado a la derecha- y también algunos desajustes en la puesta en escena. Aún así, hombres como Charles, Chory, Juanpi, Juankar o Pablo Fornals están llamados a ser acreedores de la titularidad. Aunque no por lo mostrado ayer, ya que la primera mitad fue claramente para el olvido. Sin ocasiones para recordar y sin fútbol para enmarcar, el Cádiz frenó al Málaga.

En la reanudación el conjunto blanquiazul dio un leve paso al frente. Y eso se refrendó pronto, provocando un penalti que bien valía un Carranza a tenor de lo visto. Charles, con claridad, superó a Jesús para adelantar a los malaguistas (51´). Lejos de revolucionarse, el partido siguió por los mismos derroteros tras el gol inicial. Y el carrusel de cambios habitual del verano tampoco ayudó a cambiar la dinámica del choque.

Pero todo volvió a coger velocidad de vértigo cuando En-Nesyri entró en el terreno de juego. El joven delantero marroquí no defrauda. Si no lo han visto en acción, ya están tardando porque el canterano es un portento. Acumula seis goles tras marcar el segundo tanto de la noche (74´) y se está ganando por derecho propio una plaza en la plantilla de Juande Ramos.

En-Nesyri, en esta ocasión, sólo tuvo que empujar el balón al fondo de la red tras gran pase de Juankar. Pero volvió a dejar buenas ocasiones para el recuerdo. Aitor García recortó distancias al final (88´) con un buen gol, pero ya no hubo tiempo para la machada gaditana y el Trofeo Carranza, tras cuatro participaciones, por fin se convirtió en blanquiazul.