­­ Jonathan Rodríguez (Menéndez (Cangas del Narcea, Asturias, España, 9 de julio de 1991) está llamado a ser uno de los jugadores importantes en el que Juande Ramos cimiente su ambicioso proyecto en el Málaga CF. El «Perdigón de Cangas» ha cambiado la fabada por los espetos tras convertirse en una de las piezas más cotizadas el curso pasado en el que fue un hombre clave en la salvación de «su» Sporting.

Jony tiene claro que el Málaga le supone un escalón más en su carrera y, a sus 25 años y una irrupción tardía en la élite, quiere aprovechar la oportunidad que le ofrecen los focos de un club como el malaguista. Maduro y reposado, Jony habla de lo bonito y lo feo de este deporte, que a punto estuvo de abandonar en 2013 hasta que «Pitu» Abelardo le rescató.

Lleva ya más de un mes en Málaga, ¿cómo lleva la adaptación y cómo le está tratando la ciudad?

Muy bien, se me está haciendo muy fácil la integración tanto en el club como en la ciudad. La gente aquí es muy abierta, muy acogedora y os hacéis querer muy rápido. Eso para la gente que venimos de fuera es algo que valoramos mucho.

¿Le ha dado tiempo ya a conocer algo de la ciudad, la Feria?

La Feria no la pisé, no soy una persona que le guste las aglomeraciones y prefiero estar tranquilo. Fui al Centro el día que ya estaba acabando a última hora con mi novia y la cosa estaba más tranquila. La verdad es que había un ambientazo y si la gente viene desde tantos sitios sólo a la Feria será por algo.

El curso pasado se convirtió gracias a un temporadón en un jugador muy cotizado. ¿Por qué el Málaga?

Es verdad que tenía muchas ofertas, cosas interesantes para irme, pero creo que el proyecto del Málaga fue lo que me llevó a decantarme. El Málaga tiene ahora unos años por delante que puede y debe asentarse con gente joven, hacer un proyecto muy bueno, la insistencia de Arnau y la ciudad que también me gustaba mucho hicieron que me decantara por ello.

Dijo durante su presentación que venir al Málaga era el salto que necesitaba en su carrera. ¿Hay mucha diferencia entre el Málaga y el Sporting a día de hoy?

No lo sé. Al fin y al cabo también podría haber seguido creciendo en el Sporting, pero creo que cómo me ha valorado el Málaga antes de firmarme fue muy buena y creo que debía salir. El Málaga apostó muy fuerte por mí y cuando alguien apuesta tanto por ti hay que devolverle ese cariño y esa fe con trabajo y goles.

Su explosión en Primera fue tardía, con 24 años... ¿A qué se debió?

Quizás cuando tuve que dar ese paso al frente siendo más joven no supe darlo, quizás por la falta de madurez o quizás por que no hubo un entrenador que apostó de manera firme por mí o que me hiciera abrir los ojos.

Y entonces llegó el «Pitu» Abelardo...

Siempre lo digo y siempre le estaré eternamente agradecido. Es el entrenador más importante de mi carrera y creo que lo será cuando me retire. Es el entrenador que apostó por mí, me abrió las puertas del fútbol profesional y gracias a su confianza domingo tras domingo hoy tengo la oportunidad de vestir la camiseta del Málaga.

En ese sentido me impactó otra frase que dijo en su presentación: «Yo ya sé lo que es estar en la mierda y no pienso desaprovechar esta oportunidad».

Sí. He vivido la otra cara del fútbol. Yo sé lo que es jugar en esos campos de Segunda B donde se te entierran los pies hasta los tobillos, llenos de barro... Yo soy un jugador humilde, que viene desde abajo, nunca nadie me ha regalado nada. Si he llegado aquí es por méritos propios. Creo que el hecho de venir de tan abajo me hace valorar más lo que es estar en Primera División y quiero agarrarme fuerte a esta categoría para poder el día de mañana cuando me retire hacerlo en la máxima categoría.

¿Se le pasó por la cabeza la idea de abandonar el fútbol?

Sí... el año que jugué en el Avilés, antes de que me llamara el Sporting B. No sé si dejarlo definitivamente, pero sí tomármelo con más calma y más como un hobby. Pero Abelardo, cuando firmé por el filial del Sporting, me hizo ver que aún me podía subir a ese último tren y que podía dar el paso definitivo para ser jugador profesional, que ellos me iban a dar la confianza y al final así fue.

Centrémonos en el Málaga. Después de una pretemporada inmaculada, con la ilusión por bandera, llega el Osasuna y zas: mal partido y primera decepción...

Había una ilusión creada muy muy grande y eso a veces puede ser un arma de doble filo, que había que tener cuidado e ir poco a poco. Venimos de una pretemporada muy buena, la gente se esperaba que el arranque liguero iba a ser mejor, nosotros queríamos seguir manteniendo el nivel de la pretemporada pero nos encontramos un rival muy incómodo, nosotros tampoco tuvimos el día y no hicimos lo que plasmamos en pretemporada. Cuando se juntan esos factores y el campo que tampoco ayudaba mucho, pueden pasar estas cosas. Nos empataron en una jugada aislada, sin tiempo a remontar. Estamos concienciados de que si seguimos con el trabajo de pretemporada y lo que venimos haciendo durante la semana este equipo, más pronto que tarde, va a empezar a sacar los puntos de tres en tres.

¿Mantiene el discurso ambicioso de luchar por Europa o lo suaviza y prefiere poner los pies en la tierra?

No. Yo soy un jugador muy ambicioso y quiero luchar por esos objetivos tan bonitos de los que hablas. Pero la realidad es que hay que ser cautos, lo primero es conseguir varios triunfos seguidos, adquirir esa confianza que necesita el equipo y así iremos a más. La competición es la que marca tu puesto y cuando lleguen los últimos partidos miraremos la clasificación y veremos si estamos en condiciones de dar un paso al frente y luchar por esos objetivos tan bonitos o quedarnos estancados.

¿Qué porcentaje de mejora tiene el equipo?

Creo que es bastante amplio. La afición lo sabe y por eso nos exige y se esperaba mucho más de nosotros en el primer partido. Por eso yo llamo a la calma: que estén tranquilos y seguro que vamos a dar muchas alegrías en La Rosaleda. Queda mucho aún y el equipo va a ir a más.

De momento le ha ganado el puesto al Chory Castro en el extremo zurdo, ¿hay mucha competencia?

Para mí, el Chory es un jugador referencia, es veterano, juega en mi posición y tenemos características similares. Intento absorber todo lo bueno que tiene, que es mucho. Tenemos una competencia sana que nos hace mejorar a ambos. Sabemos que cuando uno falle el otro va a estar ahí y viceversa. Eso es lo que hace grande a un equipo y a nosotros como jugadores.

En el plano individual, ¿cómo se vio en su debut liguero en La Rosaleda?

El inicio no fue bueno. El juego no iba por las bandas, que es lo que a mí me viene bien. Ya en la segunda parte el equipo se abrió más y yo me empecé a sentir más cómodo. Ellos jugaban con cinco atrás, que no te dejan huecos para atacar, pero fui de menos a más, pero estoy seguro que voy a dar muchísimo más a este equipo.

Usted es «Zape» y Keko «Zipi»... ¿sigue siendo la relación tan buena como durante su presentación?

Sí, sí, estupenda. Yo soy una persona que de por sí me llevo bien con todo el mundo, pero con Keko es especial. Es mi compañero de habitación en las concentraciones y la relación es muy buena desde el primer día y que siga así.

De un tiempo a esta parte el vestuario malaguista tiene fama de ser uno de los mejores de España, jugador que pasa por aquí habla de «familia», ¿qué se ha encontrado usted?

Cuando sales de un vestuario de un equipo humilde como el Sporting donde todos somos chavales normales y muy amigos, siempre tienes la incertidumbre de cómo será el siguiente. Pero desde el primer día el trato ha sido excelente. Estoy muy contento y agradecido con mis compañeros por el trato. Hay un vestuario muy sano.

Ahora toca ganarle al Espanyol, que pese a perder en Sevilla ha hecho un señor equipo...

Sí, a mí el Espanyol me gusta mucho, se ha reforzado con gente experimentada y también ha fichado gente joven. Va a ser un partido muy disputado, es un equipo intenso y con gran capacidad de marcar. Metió cuatro en el Pizjuán, que no es nada fácil, y encima se estrenan ante su afición con ganas de hacerlo bien.

Y después del partido llega el primer parón de la temporada por selecciones, ¿le gusta que se pare tan pronto?

A mí no me gusta. Ya estás entrando en la inercia de competir semana tras semana y un parón no te viene bien. Yo soy partidario de que no haya este tipo de descansos pero es fecha para selecciones y es lo que toca.

¿Se ve en un futuro vistiendo la Roja?

Ojalá. A todo futbolista le hace ilusión debutar con la camiseta de tu país, pero soy realista y sé que es difícil. No lo descarto y sé que con trabajo y sacrificio las recompensas llegan. Ahí está claro el ejemplo de Lucas Vázquez, que con trabajo y aprovechando los minutos que le daban en el Madrid se ganó un sitio en la Eurocopa de este verano.

Y el Málaga es un buen escaparate para ir a la selección: Camacho, Juanmi, Fornals...

Sí, sí. Este equipo está repleto de internacionales. Camacho era fijo en la sub'21 y luego debutó con la absoluta... Pablito también ha estado este verano concentrado con ellos... Es un buen escaparate, claro que sí. Yo voy a trabajar duro para conseguirlo.