Nadie hacía presagiar que después de un verano la mar de tranquilo y con la planificación deportiva prácticamente finiquitada a finales de mes de julio con el grueso de fichajes realizado, el Málaga iba a afrontar las últimas horas de este mercado veraniego en busca de dos nuevas incorporaciones y pendientes de la salida o no de Ignacio Camacho.

Y es que, en esto del fútbol, pese a que uno trate de planificar todo al milímetro, durante el periodo estival siempre surgen contratiempos -salidas inesperadas, ventas, lesiones...- que pueden trastocar los planes iniciales.

Eso exactamente le ha sucedido a Francesc Arnau, que tiene poco más de tres días para tratar de cerrar el fichaje de un portero que sustituya a Guillermo Ochoa y de un delantero que satisfaga las necesidades de su técnico, Juande Ramos. Además de tener un centrocampista defensivo de garantías en la recamara por si finalmente cristaliza la oferta del Mónaco por Camacho.

Van a ser horas frenéticas para el director deportivo catalán, que trata a contrarreloj de conseguir la cesión de Denis Boyko, portero ucraniano propiedad del Besiktas; y un ariete con características específicas de «9» de área que complemente a Charles y Sandro.

Es novato Arnau en estas lides, aunque ya adquirió experiencia en el cierre del mercado durante el pasado mercado invernal, donde pasó una auténtica reválida. Quizás el director deportivo sí esté algo «verde» en estos asuntos, pero el club siempre ha sido un fiel asiduo a cerrar muchos movimientos en las últimas horas de descanso.

En ese sentido, si acotamos los mercados veraniegos desde que el jeque Al-Thani es el dueño del conjunto blanquiazul, el Málaga ha realizado hasta 14 movimientos -entradas y salidas- poco antes de que expirase el plazo.

Ya en el verano de 2010, en la primera temporada del jeque al frente del Málaga y con Jesualdo Ferreira en el banquillo, el conjunto blanquiazul firmó al defensa Kris Stadsgaard y el guardameta Rubén el mismo 31 de agosto.

2011 fue un año atípico en el Málaga, con una planificación a base de galácticos, el club no se dejó deberes para el final y no realizó ningún movimiento de última hora. Todo lo contrario que en el verano de 2012, cuando el Málaga de Champions y ya con Mario Husillos en la dirección deportiva firmó a cuatro futbolistas en los últimos días. Iturra, Saviola, Roque Santa Cruz y Onyewu completaron el plantel que luego maravilló al planeta fútbol en la Liga de Campeones.

Ya en 2013, con la salida de futbolistas importantes como Isco, el Málaga se hizo con los servicios de El-Hamdaoui a dos días del final del plazo y mandó a Sebas Fernández al Rayo Vallecano.

En 2014, el Málaga llegó casi sobre la campana para inscribir a Nordin Amrabat, cedido nuevamente del Galatasaray turco. También sobre la bocina, el club consiguió colocar en calidad de cedido al marfileño Bobley Anderson en el Alcorcón de Segunda.

Por último, la pasada temporada también fue frenética en los despachos de La Rosaleda ante el cierre del mercado. El 30 de agosto se fraguó la venta de Darder al Olympique de Lyon, y un día después, Boca Juniors ejerció la opción de compra que tenía por Pablo Pérez y el jeque firmó la cesión de Hachim Mastour procedente del Milan, que finalmente resultó un fracaso.