Ignacio Camacho, centrocampista, capitán y una de las voces más autorizadas del vestuario malaguista, siempre está, a las duras y a las maduras. Ayer, en declaraciones difundidas por el club, el maño quiso mandar un mensaje de tranquilidad pese a la mala situación del equipo, que aún no sabe lo que es ganar tras cuatro jornadas.

«Sé que es difícil pedir tranquilidad, pero hay que pedir que confíen en nosotros. Tenemos que ser un equipo que deje todo en el campo y la afición siempre es agradecida. Está claro que lo que importa son los tres puntos, que el equipo gane y que consiga tener esas sensaciones buenas dentro del campo, pero toda esa confianza se consigue ganando. Si ganamos los tres puntos contra el Eibar seguro que la afición saldrá contenta del estadio».

Así, Camacho quiso hacer un análisis más sosegado de la derrota del sábado ante Las Palmas. «24 horas después del partido las sensaciones son otras. El equipo desde un principio fue a por el partido, ellos apenas lograron ocasiones. No se nos puede reprochar nada y creo que éste es el camino para seguir adelante. Está claro que si queremos ganar partidos, ésta es la actitud y hay que seguir, las victorias llegarán y la pelota entrará. Ya está, no hay que pensar más».

Por ello, Camacho no cree que sea momento de buscar culpables. «Siempre, cuando no salen las cosas todo lo bien que se espera, se habla de sistemas, de ansiedad y se intenta buscar culpables. En este caso todos somos culpables y hay que cambiar el rumbo del equipo y seguramente lo único que hace falta es un buen resultado para que la plantilla saque que todo lo que tiene. Confiamos plenamente en todos los jugadores y creo que ese es el camino que tenemos que seguir», dijo.

«Los primeros que estamos fastidiados después del partido y por esta situación somos los futbolistas, que somos los responsables esta situación y también de dar la vuelta a la situación. El equipo tiene el martes otro partido, otra oportunidad para ganar y sacar los tres puntos, cambiar la opinión de la gente y coger confianza», indició el internacional.

Por último, el centrocampista blanquiazul volvió a pedir paciencia y apeló a la unidad del vestuario para lograr revertir la actual situación. «Somos una pequeña familia y eso a la hora de demostrarlo en el campo es muy importante. Hay mucha gente nueva y un entrenador nuevo y al final las ideas del entrenador, con las características de los jugadores nuevos hay que ponerlas en marcha. Todo trabajo al final tiene su recompensa y eso es lo que estamos intentando, que salgan los frutos de toda la pretemporada. Aunque estos cuatro partidos no hayan salido bien siempre se pueden sacar cosas positivas. Una de ellas es que el equipo y el vestuario está, desde luego, muy unido», finalizó Ignacio Camacho.