­ El Málaga CF es, por momentos, un verdadero caos defensivo. Los hombres de Juande Ramos se muestran distraídos y timoratos en las marcas, nerviosos en la salida de balón y desajustados a la hora de medirse a sus rivales. Un mal que está provocando un pánico claro en el malaguismo y que evidencia que la zaga es una de las parcelas más débiles del equipo.

El conjunto blanquiazul ha encajado goles en los seis partidos de Liga que ha disputado, lo que demuestra su fragilidad defensiva. Cierto es que muchos de sus goles encajados son producto de errores individuales y puntuales, pero los de Juande muestran un nivel muy bajo para evitar que el Málaga cierre algún partido sin encajar goles.

De hecho, desde hace 14 temporadas, desde el curso 02/03, el Málaga CF no arrancaba en Primera sus seis primeros partidos sin haber dejado su portería a cero en al menos un ocasión. Ni siquiera en las peores épocas defensivas del conjunto blanquiazul se mostró tanta fragilidad defensiva como se está mostrando en el arranque de este curso.

En el año 2010/11, con Jesualdo Ferreira en el banquillo y con grandes desajustes en el plantel, el Málaga sólo consiguió guardar su portería en una ocasión en las diez primeras jornadas. Un extremo que le costó el puesto al portugués, ya que el conjunto blanquiazul caminaba hacia el descenso.

Un año antes, con Muñiz en el banquillo y en una de las permanencias más baratas de la historia, el Málaga arrancó goleando al Atlético en La Rosaleda por 3-0, pero luego sumó desde la jornada 2 a las 17 encajando al menos un gol.

La anterior etapa de Juande Ramos en Málaga también arrancó con muchas dudas, aunque el manchego consiguió dejar su meta a cero en un partido de los seis primeros disputados.

En la temporada 02/03, el último año de Joaquín Peiró, el Málaga encajó goles en las ocho primeras jornadas de Liga. Acabó la Liga decimocuarto con 49 goles en contra.