El Málaga, con una victoria en los seis primeros partidos de Liga y cinco tristes puntos de 18 posibles, regresa hoy a La Rosaleda para romper su mala racha -su única victoria llegó tras el golazo de Youssef En-Nesyri al Eibar (2-1)- frente a un rival durísimo, el Athletic Club. El cuadro vizcaíno, con cuatro triunfos y dos tropiezos, llega a Málaga enrachado, con cinco alegrías consecutivas (cuatro en Liga y una en Europa League), y no parece, por desgracia, el rival propicio, para levantar el ánimo de los malagueños.

No es éste, desde luego, el escenario que se pintaba allá por el mes de agosto. Pero es lo que hay. Juande Ramos aún no ha sido capaz de encontrar su once tipo y sigue dándole vueltas al equipo y a su propia identidad.

En estos seis primeros encuentros de Liga han quedado claro varios aspectos. El centro de la defensa no es fiable. Koné, de menos a más, y Llorente, muy blandito, se han repartido errores en la zaga. A la que, por cierto, tampoco han ayudado demasiado ni Weligton ni Miguel Torres, cuando han aparecido. Sólo Rosales parece fijo por la derecha, con las dudas de Ricca, Juankar o el propio Torres por el carril zurdo. Los fallos atrás están condenando a un equipo que, todo sea dicho, tampoco funciona arriba.

Camacho no es, ni de lejos, el líder de los últimos años. Mientras encuentra su mejor estado de forma le han acompañado Recio y Kuzmanovic. A partir de ahí, un rosario de dudas. Keko (5 millones de euros costó) perdió rápido la titularidad. Jony y «Chory» se han turnado por el carril del 11 y arriba gana enteros la dupla Sandro-Charles, con Juanpi por detrás, esquinado a la derecha. Del millonario fichaje de Michael Santos, que aún no ha debutado, mejor ni hablamos.

La teoría es ésa, pero ¿qué le pasa al Málaga? Hay muchas lecturas. El Málaga de Juande aún no sabe bien a lo que juega. ¿Quiere controlar los partidos desde la posesión de balón? ¿Prefiere esperar y salir a la contra? ¿Usa dos extremos abiertos como Keko o Jony pero luego no encuentra remate? ¿Para qué entonces dos laterales llegadores como Rosales y Ricca si no tienen espacios por delante? ¿Puede la dupla de medios contener al equipo con ese esquema de extremos? ¿Hay química en la conexión Sandro-Charles? Muchas dudas que deben comenzar a resolverse desde hoy mismo, porque la Liga no espera a nadie y el descenso atosiga.

Juande convocó ayer a 20 jugadores -el joven En-Nesyri entre ellos-, por las dudas físicas de algunos de sus hombres, por lo que hoy deberá hacer dos descartes antes del partido.

El Athletic llega a Málaga repleto de moral, ya que el jueves encarriló su futuro continental, al ganar al Rapid de Viena, y enganchó su quinta victoria consecutiva. Números realmente impresionantes para el club vasco. Y es que ganar cuatro encuentros consecutivos en Liga y sumarle otro más en Europa está al alcance de pocos y deja bien claro el excelente momento por el que atraviesan los Leones.

Claro que la victoria ha dejado varios problemas físicos en el equipo de Ernesto Valverde. Bóveda es baja segura para La Rosaleda. El autor del único gol del partido ante el Rapid, el exbético Beñat, tuvo que abandonar el encuentro en la recta final por molestias en los isquios. Y el bravo Balenziaga sufre también problemas en la pierna izquierda.

Los vizcaínos se entrenaron ayer al mediodía y por la tarde viajaron en avión a Málaga, con un equipo que da realmente mucho respeto. En la puerta el joven Kepa se ha ganado el sitio. En la zaga, el vascofrancés Laporte estrena convocatoria con Francia en un gran momento. Y en punta, Aduriz vuelve a tener la pólvora preparada tras comenzar con algunas dudas este curso.

Un Athletic que siempre da mucha guerra en Málaga y que, de hecho, ha ganado en La Rosaleda en dos de sus tres últimas visitas. La última, hace escasos cinco meses, cuando los vizcaínos estaban luchando por Europa y un gol de Raúl García, otro que atraviesa un gran momento, le dio los tres puntos ante el Málaga que aún dirigía Javi Gracia. Hoy se disputa otra guerra. Y el Málaga ya no puede hacer rehenes.