Es más que probable que no fuera casualidad el gran partido que Sandro Ramírez completó el pasado domingo ante el Leganés. El delantero canario, que había recibido algunas críticas por su juego en los primeros compases de la Liga, se alzó contra los «pepineros» como el jugador más valioso del encuentro al cosechar en su cuenta goleadora un tanto y sumar otras dos asistencias para su causa. Un paso al frente del malaguista para elevar el vuelo y también para comenzar a recoger los frutos cosechados.

Sandro llegó en verano con la vitola de estrella. El jugador nacido en Las Palmas de Gran Canaria (9 de julio de 1995) tenía que buscar fortuna lejos de Can Barça, al igual que le ha sucedido a Munir, donde a la sombra de los Messi, Luis Suárez y Neymar es difícil crecer como jugador. Y su elección fue la de Málaga, pese al interés de numerosos equipos de Primera y, sobre todo, de la Premier League.

El conjunto blanquiazul estuvo listo en verano. Le ganó la partida al resto de competidores y se hizo con sus servicios para las tres próximas temporadas. A Sandro, pese a que sólo suma 21 primaveras, se le ha exigido como el que más por su elevado caché y por venir del FC Barcelona. Pero el canario ya comienza a tomarle el pulso al conjunto blanquiazul y a las ideas de Juande Ramos.

El domingo fue el mejor y no sólo por sus tangibles. Aunque jugó de teórico «9» se movió con soltura, cayó mucho a banda -prácticamente se puede decir que no es delantero centro- y generó mucho juego con su entrada y salida de su posición natural. Se asoció bien con los compañeros -de ahí que con su pase a Pablo fuera el nacimiento del penalti y también asistió al Chory-, marcó un gol y gozó de otras varias ocasiones claras -estrelló un balón en la madera-. Sandro se soltó de sus ataduras y estuvo, por momentos, desatado.

Sandro, además, cuenta con la confianza ciega de Juande Ramos, que le ha entregado las llaves del ataque blanquiazul sin concesiones. No en vano es el tercer jugador de campo que más minutos ha disputado (698’), sólo por detrás de los «intocables» Rosales y Camacho. Lleva jugando todos los minutos en los últimos cinco partidos y está respondiendo con goles y buen fútbol.

Todo ello le ha valido a Sandro para destacar también como uno de los mejores a nivel nacional. En la Liga de las estrellas, el delantero malaguista quiere hacerse un hueco. Y de momento lo consigue porque es el cuarto que más remata a la meta contraria con un total de 29 disparos -una media de 3,22 por partido-. Eso sí, el malaguista está por detrás de algunos colosos como Cristiano (38), Messi (36) o Bale (31). Pero por delante de otros como Luis Suárez (27), Neymar (26) o Griezmann (22).

Sandro alza el vuelo y en Málaga comienza a encontrar la felicidad. Ha marcado ya los mismos goles que toda la temporada pasada y a partir de ahora comienzan, como para el resto del equipo, pruebas exigentes pero también escenarios en los que poder brillar. Primero el Vicente Calderón y después, tras el parón por las selecciones, vuelta a la que fue su casa: el Camp Nou. Un estadio que seguro que le ilusiona y sobre todo le motiva.