El delantero del Málaga Sandro Ramírez reconoció, tras la derrota contra el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón (4-2), que su tanto para el 2-1 fue «un golazo» pero «no vale de nada» si el equipo no logra puntuar.

«Golazo, pero no vale nada cuando el equipo no puntúa», dijo Sandro tras el encuentro, cuando explicó que optó por disparar a puerta en el saque de falta aunque era lejano, pensando en que la acumulación de rematadores podía despistar al portero del Atlético, el esloveno Jan Oblak. «Creo que un tiro directo, con la gente que hay, el portero a lo mejor no lo ve, y es lo que ha pasado», comentó el canario.

Respecto al resultado, Sandro dijo que pese a la derrota tienen que quedarse con «las cosas positivas» como es que el equipo peleó «hasta el final», ya que llegó con un 3-2 hasta el tanto del belga Yannick Carrasco en el minuto 86. «No hemos bajado los brazos hasta el último minuto y creo que merecimos algo más aquí», añadió el delantero, que reconoció que tienen que «corregir muchas cosas», como los errores en los dos primeros tantos del Atlético.

«Hay que corregir muchas cosas, sobre todo no ponerte por detrás en el marcador. Eso condiciona mucho, estar todo el partido remando. Intentamos acortar distancias, pero no pudo ser», dijo.