Marcelo Romero ya está al timón del Málaga CF pero su transición no será un camino de rosas. El técnico urugayo tiene mucho trabajo por delante y deberá resolver heridas abiertas que aún están frescas de la etapa de Juande Ramos. La herencia del manchego tiene algunos puntos favorables, pero sobre todos muchos oscuros donde el charrúa deberá mostrar su capacidad de mando y su protagonismo para dejar su huella. Rebajar la tensión con la grada, mostrar su estilo de juego, recuperar a jugadores que estaban ya señalados, cortar la sangría goleadora o interceder en los posibles fichajes invernales, sus primeros deberes al frente de su nueva etapa en el Málaga CF.

Recuperar a la afición: Su carisma y su malaguismo serán claves para rebajar la tensión con la grada

La última imagen del Málaga CF en La Rosaleda es la de un equipo gris, triste y camino de vestuarios tras ser eliminado de manera vergonzante por el Córdoba en la Copa del Rey. El «¡Juande vete ya!» resonó en las cuatro esquinas de Martiricos y la fricción entre equipo y afición era más que evidente. La llegada del Gato Romero puede ayudar a rebajar esa tensión. El uruguayo es un emblema del malaguismo. Ha defendido la camiseta del Málaga CF con sangre, sudor y lágrimas en 147 partidos. Ha vivido un descenso, jugó incluso en Segunda, pero también la UEFA y situaciones extradeportivas duras, como la Ley Concursal o una grave lesión de rodilla. Ahora suma tres años en los banquillos blanquiazules formándose y ejerciendo de bisagra entre cuerpo técnico y el vestuario. Y a su imagen amable también se une su carisma. Un nombramiento que ya ha tenido una buena acogida en la afición blanquiazul.

Dejar su huella: Buscar un patrón de juego e implantarlo a un equipo que jugaba a arreones

Ahora Romero tiene el mando y debe imponer su forma de ver el fútbol. Pese a que en su etapa de jugador era de corte defensivo y aguerrido, su idea de fútbol no parece estar reñida con el buen gusto. En cualquier caso, ha «bebido» de las fuentes de Javi Gracia, donde premió y brilló la defensa. Y ahora toma el testigo de un Málaga muy goleador.

Recuperar a jugadores: Kameni, Boyko, Koné, Jony, Keko o Santos, algunos de los que estaban «señalados»

Uno de los aspectos más importantes para el técnico uruguayo deberá ser recuperar a toda la plantilla en lo que al estado anímico se refiere. Con Juande había muchos jugadores señalados que ya tenían un papel casi residual. El debate en la portería, por el que deberá mojarse Romero, dejó tocados a Kameni y también a Boyko. Pero el «caso Jony» también «mató» al asturiano. Koné fue señalado tras su partido en el Calderón. Y Keko no estaba entrando en los planes de Juande antes de su lesión. Santos no gustó nunca al manchego y su rol podría cambiar mucho ahora.

Fortalecer la defensa: Frenar la sangría de goles encajados, objetivo primordial

Seguramente Romero no tendrá una fórmula mágica guardada en un cajón para destaparla ahora ya que es primer entrenador, pero una de las exigencias será que se haga notar su mano en la parcela defensiva, ya que el Málaga se ha mostrado sumamente frágil en ese aspecto hasta la fecha con 26 goles encajados en Liga y 5 más en Copa.

Puntuar: Aumentar la renta de puntos con el descenso e intentar mirar a Europa

Es evidente que los resultados también serán clave para calibrar el rendimiento del nuevo entrenador en el banquillo. Hasta la fecha, Juande ha dejado un listón alto con 21 puntos en 16 jornadas. Eso endulza también la situación del Málaga, pero la respuesta sobre el césped también se debe hacer notar.

Buscar recambios: Debe sentarse con Arnau y encontrar las necesidades de la plantilla para el mercado

Un mediocentro, un central y un delantero posiblemente sigan siendo las necesidades del Málaga CF pese al cambio de entrenador. Él y Arnau deben trazar un plan para salir al mercado invernal.