Adalberto Peñaranda (El Vigía, Mérida, Venezuela; 31 de mayo de 1997) se puede considerar jugador del Málaga CF. El internacional venezolano llega en calidad de cedido por el Watford inglés tras pasar los primeros meses de competición sin demasiada fortuna en el Udinese italiano. Un acuerdo a tres bandas que está atado pero no sellado, ya que trámites burocráticos frenaron ayer la oficialidad del acuerdo entre el Watford, el Udinese y el Málaga CF. No en vano, hoy debe hacerse oficial el acuerdo, según apuntaron a este medio fuentes del conjunto blanquiazul, por lo que la cesión mantendrá al jugador en tierras malagueñas sólo hasta final de temporada, ya que no llega con opción de compra debajo del brazo.

El joven y talentoso delantero vinotinto ocupa una plaza de extracomunitario, por lo que su alta federativa obligará al club a darle la baja a Weligton casi de manera inmediata al anuncio de la nueva incorporación. Una ficha que ya puso el lunes el brasileño en manos del club para tomar las medidas oportunas debido a su grave lesión. Un gesto sumamente noble que ha sido reseñado por el malaguismo en los últimos días.

Adalberto aterrizó en Málaga el pasado lunes por la tarde y se marchó directamente a la Clínica Rincón de los bajos de La Rosaleda para pasar los primeros exámenes médicos. Ayer martes, el atacante acudió al complejo hospitalario CHIP para completar el reconocimiento médico. Posteriormente se marchó a las dependencias de La Rosaleda para estampar su firma en la cesión hasta final de temporada. Pero la demora en el papeleo entre las partes, según apuntaron fuentes del club, impidió que anoche se hiciera oficial.

Peñaranda, de 19 años, regresa a la Liga española tras disputar la pasada campaña en las filas del Granada CF. El venezolano, que coincidirá en Málaga con otros tres compatriotas (Juanpi, Rosales y Mikel Villanueva), disputó el curso pasado 27 partidos en Primera y marcó cinco goles, aunque también dio 5 asistencias. En el Udinese, sin embargo, ha jugado sólo siete partidos -6 de Liga-, con sólo un encuentro de titular.

El atacante espera ponerse a las órdenes de Gato Romero cuanto antes, aunque es posible que no pueda ser de la partida en Vigo el domingo ya que el tránsfer internacional podría demorarse unos días. Además, queda comprobar su estado tras sufrir dos lesiones en los últimos meses.

El vinotinto se convertirá así en el primer refuerzo malaguista en este mercado invernal, donde la dirección deportiva aún tiene deberes por hacer. Y es que la opción de reforzar la delantera posiblemente no se había convertido en una prioridad con la salida de Juande Ramos, pero la oportunidad de hacerse con los servicios de un delantero de proyección y al que el club seguía desde hace tiempo adelantó a otras operaciones que también había sobre la mesa.

Necesidades en el mercado

Y es que el Málaga CF sigue necesitando más refuerzos para este mes de enero y estos pasan por incorporar cuanto antes un defensa de contrastada calidad y experiencia y un mediocentro.

La baja federativa de Weligton para dar de alta a Peñaranda unida a los problemas defensivos que arrastra el equipo desde que comenzó el campeonato obligan a moverse con celeridad en el mercado para reforzar la zaga. Una defensa que por el momento se queda con Miguel Torres, Diego Llorente y Mikel Villanueva como únicos centrales disponibles, ya que Bakary Koné se encuentra concentrado con su selección para disputar la Copa África en este mes de enero.

En el centro del campo también se buscan alternativas, ya que Marcelo Romero cuenta por el momento con Camacho, Recio y Pablo Fornals para dos posiciones, a no ser que suban jugadores del filial -el joven Arturo gusta al cuerpo técnico-.

Se han producido contactos con Alfred N’Diaye, del Villarreal, que podría ser un refuerzo de lujo para ocupar el centro del campo e incluso en ocasiones la zaga. Una operación que no ha sufrido novedades por el momento.