Cuando Sandro Ramírez cayó lesionado en el minuto 21 del duelo del Málaga contra la Real Sociedad en Martiricos, nadie hacía presagiar que su ausencia iba a ser tan dura para el equipo como está siendo en los tres partidos que lleva de baja. Sin el canario sobre el césped al Málaga le cuesta un mundo transformar las numerosas ocasiones que está generando, un problema que se agudizó el pasado sábado frente al Espanyol y que no tiene visos de cambiar sin el Pichichi blanquiazul sobre el césped.

Y es que el impacto del delantero en este equipo es tremendo. No solo es capaz de mantener un flujo goleador alto, suma nueve goles en lo que va de temporada (siete en Liga y dos en Copa), también es capaz de generar mucho peligro, ocasiones de gol, segundas jugadas y capacidad de desatascar un partido con su tremendo golpeo a balón parado.

Pero el Málaga debe aprender a vivir sin Sandro, al menos durante tres semanas más, que es el tiempo que aún tiene por delante antes de volver al verde tras lesionarse en los isquiotibiales de su pierna derecha (sufre una dolencia de grado II).

Para un equipo como el Málaga, tener que aprender a adaptarse a vivir sin su delantero y jugador estrella está siendo, cuanto menos, estresante. Sandro, jugando solo en punta, ha sido capaz de sembrar el pánico en casi toda las defensas a las que se ha enfrentado en los 18 partidos que ha disputado hasta la fecha (17 en Liga y 1 en Copa).

Los números cantan por sí solos y Sandro acumula más goles que todos los delanteros del Málaga juntos. El canario suma 7 tantos, mientras que entre el resto de arietes de la primera plantilla han conseguido un total de 5 goles -Michael Santos (3), Charles (1), Youssef En-Nesyri (1) y Adalberto Peñaranda (-).

En todo caso, el cuerpo técnico y en las oficinas del club esperan mucho más de los delanteros que hay en la plantilla. Michael Santos fue la apuesta del director deportivo este verano, pagando un importante traspaso de más de 4 millones de euros por un extracomunitario desconocido en Europa pero buen cartel en Sudamérica. Juande no le dio bola, aunque cuando salió a jugar sí rindió. Ahora, con la continuidad necesaria tras la lesión de Sandro, al uruguayo parece que se le ha mojado la pólvora e incluso no ha estado acertado desde el punto de penalti, su gran especialidad.

Por su parte, Charles acaba de regresar tras varios meses lesionado por un problema en la rodilla. Aún no está al 100 % pero cuando recupere su tono físico, el hispano-brasileño es una garantía de gol.

En cuanto En-Nesyri, el Gato deberá gestionar bien sus minutos. El marroquí irrumpió en el primer equipo como un elefante en una cacharrería, se ganó un puesto por las bajas y sus buenas maneras. Ahora, tras su participación en la Copa África, el magrebí debe convencer al Gato para ganarse un puesto. Clase y goles no le faltan.

Por último, la figura de Peñaranda, primer fichaje invernal de Arnau, es una incógnita. Llegó al Málaga fuera de forma, con la intención de entrar en el equipo poco a poco, pero la lesión de Sandro y las ausencias de Charles y En-Nesyri precipitaron su debut. Jugó ante la Real Sociedad y fue titular ante el Real Madrid, donde demostró que aún no está físicamente en condiciones. Desde entonces, desapareció de las convocatorias.

La responsabilidad del gol recae en ellos, al menos hasta finales de mes, cuando Sandro reaparezca. Tienen por delante cuatro encuentros (Villarreal, Las Palmas, Eibar y Betis) para reivindicarse.