Sufriendo, y de qué manera, el Málaga CF doblegó a Las Palmas tras nueve encuentros sin conocer la victoria en Liga. El conjunto blanquiazul consiguió su primer triunfo liguero con el Gato Romero en el banquillo (a la séptima) y suma tres puntos de oro que le hacen distanciarse en 10 de los puestos de descenso. Fornals y Charles dieron la vuelta a un choque que se puso cuesta arriba con el tanto de Lemos de falta directa.

Era necesario ganar sí o sí, y se consiguió. Las miradas estaban puestas en el colegiado murciano Sánchez Martínez tras los arbitrajes sufridos por el Málaga en las últimas semanas. Las protestas fueron continuas por parte de la grada desde los minutos previos al choque contra el colegiado y el colectivo arbitral y, con jugadores y afición más pendiente de eso que del partido, llegó el tanto visitante que ponía cuesta arriba el choque. Una falta inexistente en la frontal del área blanquiazul la aprovechó Lemos para batir a Kameni, mal colocado, por su palo en el minuto 19. Tocaba remar de nuevo.

Pero el Málaga ni mucho menos se amilanó y cogió las riendas del choque para remontar antes del descanso. Los seguidores apretaban como pocas veces esta temporada y el premio llegó en pocos minutos. Primero Fornals, con un centro-chut que superó por arriba a Javi Varas, en el minuto 26, y luego Charles tras finalizar una jugada perfecta entre Rosales y Keko, en el minuto 35, dieron a vuelta al choque y mandaron en ventaja al intermedio a los costasoleños. Para entonces, el brasileño ya tenía una amarilla por protestar otro penalti al igual que la pasada jornada. No pasó ni una el colegiado murciano a los blanquiazules.

Tras el descanso, los de Martiricos salieron dispuestos a sentenciar el choque y Fornals y Demichelis lo tuvieron en su mano pero no acertaron. Primero el canterano no consiguió superar a Varas en un mano a mano con todo a favor y luego el central argentino estrelló un cabezazo en el larguero. Antes, es cierto, Boateng pudo poner las tablas con un tiro rebotado al palo.

Tocaba sufrir, y más aún cuando José Rodríguez fue expulsado por doble amonestación por una falta absurda en el centro del campo a 20 minutos del final. No le tembló el pulso al colegiado. El Gato Romero reestructuró el equipo y dio entrada a Llorente, en el mediocentro, y a Torres, como tercer central para aguantar las acometidas canarias. Los últimos minutos se convirtieron en un asedio amarillo, pero esta vez la suerte estuvo del lado malaguista y los tres puntos se quedan en casa.

Soplo de aire fresco para un Málaga que alcanza los 26 puntos y se distancia en 10 de los puestos de descenso. La próxima semana, visita muy complicada a Eibar con el hándicap de las bajas de José Rodríguez, por expulsión, y Camacho, que vio la décima amarilla. Después de muchas semanas, la afición blanquiazul se marcha contenta a casa.