Es el Málaga CF ahora mismo un equipo alegre. No hay más que ver las caras de los jugadores en los entrenamientos, los vídeos que el club lanza por redes sociales del buen rollo que desprenden o leer las entrevistas y las declaraciones en sala de prensa para entender que se ha declarado el estado de felicidad en el seno de la plantilla blanquiazul. Con 10 puntos sobre el descenso y después de truncar una racha de nueve partidos sin ganar -casi tres meses-, el malaguismo vuelve a sonreír. Pero esa felicidad debe ser bien canalizada para continuar sumando, ganando y creciendo.

El objetivo ahora es claro tras conseguir el primer triunfo de la era Marcelo Romero. La plantilla quiere más, se ve capacitada para seguir escalando posiciones y ganar lejos de casa se antoja como uno de los retos principales a «desbloquear». Aunque en el camino se interpone Ipurúa, campo complicado y de exigencia máxima con un rival venido a más. El coso eibarrés es una dura prueba para el crecimiento de este Málaga, que ha mostrado una línea ascendente en las últimas jornadas pero que deberá mostrar sus credenciales si quiere ser acreedor de los tres puntos que se pondrán en juego.

La cita también rezuma cierto aroma con batalla europea. Y es que el Málaga, aunque suene raro decirlo después de tres meses sin ganar, puede engancharse al vagón de los aspirantes por una plaza de competición continental si consigue ganar al conjunto armero.

El Eibar es el equipo que delimita las posiciones europeas -siempre contando con que el Barcelona se campeón de la Copa del Rey sobre el Alavés y entonces sea el séptimo clasificado el que viaja a Europa-. Los azulgranas están a nueve puntos del Málaga, todo un mundo, pero de ganar el conjunto blanquiazul recortaría distancias con un teórico rival directo e incluso le tendría ganado el average.

En cualquier caso, las cábalas más sencillas pasan por ganar el tierras vascas y el tiempo ya dirá. Para ello Marcelo Romero se ha encontrado con graves problemas, ya que no puede contar por sanción con Camacho ni José Rodríguez, sus dos mediocentros titulares. Sus posiciones parecen que recaerán sobre Diego Llorente y Pablo Fornals. Y aunque no son sus puestos naturales, también pueden ejercer de hombres de contención y creación en la medular.

El resto del equipo parece que no habrá demasiados cambios, aunque hay dudas en el flanco izquierdo -podría recuperar a Torres por Juankar- e incluso en la mediapunta, con Santos o Duda como opciones de salida. Romero ha recuperado a Ricca, Mikel y Ontiveros para la cita.

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El rival, muy peligroso

El Eibar de Mendilíbar, por su parte, se ha mostrado como un equipo rocoso y bien trabajado. Capaz de mostrar sus armas con acierto y alegría, ya que no suele temer a su rival. El entrenador azulgrana sufre seis bajas, el sancionado Fran Rico; y los lesionados Nano, Gálvez, Riesgo, Juncà y Kike García. Como sólo tiene 16 futbolistas disponibles de la primera plantilla, se ha visto obligado a convocar a dos del filial, el portero Markel Areitio, y el extremo diestro Josué Dorrio. Mendilibar recupera al capitán, Dani García y jugará con una protección en la mano.