Las dos derrotas consecutivas del Málaga CF han caído como un jarro de agua fría en el malaguismo. Un paso atrás evidente cuando casi no se había dado una hacia adelante. Una involución clara desde la victoria hace sólo nueve días ante la UD Las Palmas que ha arrasado con todo lo bueno sumado hasta entonces.

Todo ello ha generado que la decepción sufrida ante el Real Betis el martes desate una catarata de críticas, un huracán de reacciones que encuentran a Marcelo Romero en el epicentro y como uno de los señalados por la afición. El técnico uruguayo, que cumple sólo 64 días en el banquillo blanquiazul, vive su momento «menos popular» entre los malaguistas, aunque de momento encuentra el respaldo del presidente, del resto de integrantes del club de Martiricos y de su plantilla, lo que parece ser suficiente.

Y es que no parece que prescindir del técnico uruguayo en estos momentos sea el camino que tome el club, ya que el jeque Al-Thani ratificó ayer al mediodía a través de su altavoz preferido, su cuenta de Twitter, al técnico y también mostró su apoyo a los jugadores. «Tengo confianza en el entrenador Sr. Romero y todos los jugadores. Confío en ellos todos. Somos una sola familia #Vamosmálagacf», apuntó. Todo ello pese a que horas antes, el martes por la noche y ya de madrugada, el dirigente también apuntara que se encontraba de mal humor. «Realmente estoy de muy mal humor. Nadie siente que los sentimientos», dijo.

En cualquier caso, en el club se ha creado un gabinete de crisis para intentar abordar la delicada situación deportiva que vive el Málaga CF, que por otra parte aún no es crítica ya que mantiene una importante distancia con el descenso. Pero los números no respaldan el trabajo de Marcelo Romero y en sus nueve partidos como técnico del primer equipo, el Málaga sólo ha cosechado un paupérrimo bagaje de cinco puntos de 27 posibles. Un camino insostenible sólo amortiguado por el bajo rendimiento de los perseguidores y por el colchón con el descenso, que aún se mantiene.

Ayer en Martiricos se sucedieron las reuniones para intentar encontrar soluciones a la crisis. El objetivo es revertir el delicado momento que atraviesa el equipo pero con respaldo, apoyo y soluciones alternativas, ya que por el momento no se contemplan decisiones drásticas como cambiar de técnico.

Por lo tanto, Marcelo Romero seguirá siendo el entrenador del Málaga CF, pese a que el técnico ha generado controversia en la masa social blanquiazul sobre todo por los últimos partidos y por sus últimas decisiones.

La grada de La Rosaleda ya mostró su malestar la pasada jornada en el cambio de Keko por Jony, en el minuto 57. Sin embargo no ha ido a más, al menos por el momento.

Desde el club de Martiricos mandan mensajes de tranquilidad y normalidad, alejado del posible nerviosismo que se pueda vivir estos días. E incluso escapan de catalogar el partido del próximo domingo contra el Athletic en San Mamés (20.45 horas) como un ultimátum para Marcelo Romero.