El Málaga CF está de enhorabuena. Y es que el conjunto blanquiazul ha certificado esta noche su permamencia matemática un año más en Primera División. Un registro histórico para sumar toda una década consecutiva en la elite.

El empate del Sporting ante el Espanyol (1-1) ha posibilitado que el Málaga CF ya sea de manera oficial equipo de Primera División para la próxima temporada. El conjunto blanquiazul se encuentra a 13 puntos del descenso cuando restan sólo cuatro jornadas por jugarse -12 puntos-.

El Málaga consigue el principal objetivo de la temporada con relativa antelación. Y es que hace no mucho, el conjunto de Míchel estaba a cinco puntos del descenso, tenía el peor calendario de los que luchaban por la permanencia y además debía visitar el campo del Sporting, Dépor y Granada, todos implicados en la batalla por la supervivencia.

Pero los últimos resultados malaguistas han posibilitado que el Málaga CF esté ya salvado. Un premio menor para una temporada que sin embargo estaba reservada para cotas mayores, pero que se fue truncando con el paso de las jornadas.

En cualquier caso, el Málaga ya sabe que la próxima temporada estará en Primera, por lo que sumará una década entre los mejores. El conjunto malaguista, que protagonizó su último ascenso en la temporada 2007/08, se ha mantenido con más o menos fortuna en Primera. Durante estos diez años ha habido temporadas en las que luchó hasta el último suspiro por la permanencia, como la temporada con Muñiz -que precisamente se salvó con la visita del Real Madrid a La Rosaleda en la última jornada-, o incluso sacó billete para ir a Europa en dos ocasiones -la segunda acabó sexto pero no jugó competición europea por la sanción de la UEFA-.

En los últimos años, el Málaga ha encontrado estabilidad deportiva y se ha instalado entre los equipos de mitad de tabla, a la espera de dar de una vez por todas el ansiado salto europeo. El Málaga ya hace tiempo que dejo de ser ese equipo ascensor, que subía con la misma velocidad que bajaba. Y es que el club vive sus años más estables y puede que hasta gloriosos de toda la historia, incluso con la antigua denominación. Un presente aparentemente sólido que debe desembocar en un futuro esperanzador.