Sandro Ramírez está en boca de todo el mundo y no sólo del malaguismo. El delantero blanquiazul se ha convertido en la auténtica sensación del final del campeonato. Ha regresado como un tiro de su lesión y ha cosechado cinco goles en sus últimos cinco partidos. Sus tantos son sinónimos de victoria y su caché sube como la espuma.

Sandro es un jugador al alza, y aunque tiene contrato en el Málaga hasta el verano de 2019, su baja cláusula de rescisión lo colocan en el mercado como un auténtico caramelo. Sólo seis millones de euros retienen al canario en Málaga, un regalo para las ávidas billeteras inglesas e incluso accesible para media Liga española.

Pero el Málaga CF no está dispuesto a mirar impasible cómo le arrebatan a su mejor jugador. La maquinaria blanquiazul ya se ha puesto en marcha para intentar convencer al joven atacante. Y es que el club no quiere salir a buscar al mercado lo que ya tiene en casa y puede retener.

Sandro es caviar, un lujo para un equipo de mitad de la tabla como ha sido el Málaga esta campaña. Y su continuidad es sinónimo de ilusión y de esperanza. Porque contar con el canario es dar un par de saltos de calidad. Francesc Arnau y Míchel lo saben y por ello van a batallar hasta el final.

El técnico ya ha mostrado públicamente su deseo de que Sandro continúe y él puede ser la clave en su continuidad. El delantero está contento y feliz en Málaga. Ha encontrado con Míchel la senda del buen juego, de los goles y su máxima exponencia futbolística. Y el madrileño le da cariño. Le ha dado mando en plaza, minutos y galones. Y la unión ha hecho la fuerza con un Sandro demoledor que ya suma 12 goles y un Málaga que ha conseguido 12 puntos de los últimos 15 en juego.

Míchel ha dicho públicamente que quiere que Sandro continúe e incluso ha dejado entrever que la posibilidad no es remota. «Daría parte de mi sueldo para que Sandro continúe», dijo hace una semana. «A Sandro cada vez le hace más tilín la opción de continuar», argumentó en Granada al término del partido.

Sin embargo, la clave la desveló el propio técnico en esa misma comparecencia en tierras nazaríes. «Estoy haciendo todo lo que está en mis manos para que se quede, pero es una opinión del jugador que tiene las cartas en la mano y la sartén por el mango. El club esta haciendo un esfuerzo muy grande a través de la dirección deportiva, todos queremos contar con Sandro», dijo.

La intención del Málaga CF es la de revisar y retocar el contrato del canario, lo que supondría un incremento en los emolumentos y también en su reducida cláusula de rescisión, que actualmente es de sólo seis millones de euros. El club ya le ha transmitido al jugador su deseo, pero la posibilidad se antoja sumamente complicada.

No es fácil. Pese a que Sandro está feliz y contento en Málaga, las numerosas ofertas que el delantero tiene sobre la mesa son atractivas económica y deportivamente. La Premier seduce canario, que ya ha contado con el interés del Tottenham incluso antes de salir del Barcelona. En invierno, los británicos apostaron fuerte pero su salida no se fraguó.

Sólo el factor emocional -en Málaga ya se le ha demostrado el cariño por parte del club y de la afición- y poner sobre la mesa un proyecto deportivo atractivo podrían hacer cambiar de opinión al delantero.

El propio Sandro pasó en la madrugada del martes al miércoles por los micrófonos de la Cadena Cope en el programa El Partidazo, donde admitió su cláusula de rescisión y las ofertas que tiene sobre la mesa. «Mi cláusula son 6 millones de euros. Tengo alguna oferta por ahí, pero son cosas que ahora mismo no me planteo. Me las quedo para mí. Tengo ganas de terminar el año, seguir ampliando la racha y marcar goles. Seguir ayudando, que es a lo que vine a Málaga. Estoy muy centrado, no empezamos bien, tuvimos nuestros altibajos con cambio de entrenadores, estuvimos incómodos. Con Míchel ha cambiado muchísimo todo, en muchos aspectos. Queremos quedar lo más arriba posible», dijo el canario, que no quiso desvelar nada más sobre su futuro. Sin duda, que siga es un gran reto.