El Málaga está feliz y el malaguismo, también. La afición pudo disfrutar de un gran partido blanquiazul contra el Sevilla con una victoria inapelable por 4-2. Así se festejó desde dentro el triunfo contra el conjunto hispalense, primero en el césped y después camino al vestuario. Un triunfo de valor que ha encontrado la comunión con la grada.