Paul Baysse vino, vio y se fue. Y todo ello lo hizo sin alterar su futuro como posible jugador malaguista. El central francés se marchó ayer al mediodía a su país, pese a que en un principio tenía pensado alargar más su estancia en la Costa del Sol. Lo hizo después de estar menos de 48 horas en tierras malagueñas, pero sin firmar ningún acuerdo ni tampoco tras pasar el cacareado y necesitado reconocimiento médico. El zaguero, que horas después apuntaba a través de su cuenta de twitter que todo obedecía a un plan establecido desde antes de desembarcar en Málaga, se llevó una propuesta del club a la que deberá dar una respuesta afirmativa o negativa en los próximos días, posiblemente antes de que acabe la semana.

Es el resumen del culebrón Paul Baysse, que comenzó el lunes por la tarde y cobró su penúltimo capítulo ayer por la tarde, cuando el francés, ya en su casa, lanzó un tuit en el que intentaba justificar su «teatrillo» por Málaga estos días. Y de paso, ponerse de nuevo en el mercado confirmando que no tiene firmado nada con nadie.

«Como era de esperar con el club, sólo vine a visitar la ciudad, escuelas e instalaciones con mi familia. No hay ninguna firma o visita médica que estuviera planificada durante nuestra corta estancia. Stop rumores. Todo va bien», aseguró el jugador.

La realidad es que los agentes del jugador han estado estos días en las oficinas de Martiricos negociando e intentando llegar a un acuerdo con los rectores del Málaga CF. Tiras y aflojas en los despachos paralelos al paseo cultural que el jugador se ha dado estos días por la ciudad conociendo el posible colegio de sus hijos, el campo de entrenamiento malaguista o el estadio blanquiazul.

La intención del Málaga era la de atar al central e incluso que pasara el reconocimiento médico, pero el jugador se ha negado a ambos extremos. Sobre todo porque las discrepancias aún están sobre la mesa.

Baysse, de cualquier modo, tiene en su poder una proposición malaguista por tres temporadas. Y si finalmente acepta el zaguero, que tiene la carta de libertad tras acabar contrato con el Niza, deberá pasar un exhaustivo reconocimiento médico antes de estampar su firma como nuevo jugador blanquiazul. Un hecho que es innegociable por los dirigentes malaguistas, sobre todo a tenor de los precedentes de graves lesiones que tiene el galo.

Otra posibilidad es que Baysse tenga más ofertas sobre la mesa. El zaguero también cuenta con el interés del fútbol francés -Olympique de Marsella- e incluso de Europa, con el Eibar como uno de los principales competidores del Málaga CF o el Bursaspor turco, que ofrecía más dinero. Ésa puede ser una de las claves para demorar el acuerdo algunos días.

Meré coge fuerza

Por lo tanto, el Málaga CF está dispuesto a esperar sólo unos días al zaguero ya que es la primera opción para el puesto de central y una de las peticiones de Míchel. Sin embargo, la rueda en el club se ha vuelto a poner en marcha y el asturiano Jorge Meré gana peso con el paso de las horas.

Pese a que son operaciones diferentes, ya que el club quiere incorporar un segundo central además del francés, el futuro de Meré puede sufrir un acelerón en los próximos días. Fuentes de la negociación confirman el interés y los contactos a este medio, aunque reniegan de que haya fumata blanca.

El central llegaría en calidad de cedido del Sporting de Gijón sin opción de compra -es decir, los 15 millones de su cláusula-. El agente del jugador tiene previsto desplazarse en los próximos días a Polonia, donde el zaguero está concentrado con la sub’21, para trasladarle la proposición malaguista. Esa reunión será clave.