La lesión de Fede Ricca del hombro izquierdo, que le tendrá apartado de los terrenos de juego aproximadamente tres meses, ha sido un imprevisto imporante para el Málaga CF, ya que Míchel lo tenía en alta estima para ocupar el lateral izquierdo esta campaña, pero no tanto para la planificación de la plantilla de la próxima temporada, donde se piensa que hay recambios de sobra en el plantel blanquiazul.

En la entidad de Martiricos, por el momento -sólo ha transcurrido algo más de un día desde la lesión del uruguayo-, no se contempla la posibilidad de acudir al mercado para hacer frente a dicha baja. En el club son conscientes de que con Miguel Torres y con Juankar -cuando aterrice definitivamente-, es suficiente para afrontar los dos primeros meses de competición. Y hacer un fichaje comprometería también el regreso de Ricca, en el que hay depositadas muchas esperanzas de que sea su gran año tras su final de curso pasado.

La operación no debe dejar secuelas físicas al jugador, más allá del periodo de inactividad que sufrirá durante este tiempo y la minipretemporada que tendrá que realizar cuando reciba el alta médica. De hecho, no se espera a Ricca hasta antes de noviembre, lo que le daría mucho protagonismo a Miguel Torres y Juankar aproximadamente las diez primeras jornadas de Liga. Ambos ya han jugado en dicha posición y han demostrado su valía. No la extrañan y están preparados para cubrir este imprevisto.

Sin embargo, las mismas fuentes apuntan a que el club no se quiere cerrar ninguna puerta y que en caso de aparecer un «mirlo blanco» en el mercado, se podría abordar una incorporación. Aunque aclaran que esa no es la intención primaria.

Otra opción es la de subir al canterano Javi Jiménez a la primera plantilla, aunque en principio las vacantes parecen cubiertas con Torres y Juankar. En cualquier caso, podría estar para ayudar en los entrenamientos mientras llega el carrilero madrileño. Jiménez ya ha demostrado su valía tras un gran año con el filial. Quizás así incluso pueda convencer a Míchel.