El Málaga CF ha perdido los dos mini partidos de 45 minutos cada uno en la Schauinsland Reisen Cup, primero ante el Hertha Berlín (1-2) y posteriormente frente al Duisburg (0-1) en la lucha por el tercer y cuarto puesto. Míchel ha alienado dos equipos completamente diferente, dejando mejores sensaciones en el primero, ante un rival de mayor entidad, y con más teóricos titulares en el 11. Frente al Duisburg, el técnico ha puesto en liza una alineación plagada de canteranos y con Pablo Fornals al frente, pese a que su salida del equipo está cercana.

Lo cierto es que el nuevo Málaga sigue sin ganar, aunque eso, tras tres amistosos veraniegos y a estas alturas de pretemporada, no es lo que más preocupa al técnico madrileño. Porque el conjunto blanquiazul dejó una buena impronta ante el Hertha, un rival de entidad, clasificado para la Europa League y algo más rodado.

Míchel probó con defensa de tres centrales, lo que funcionó con Baysse, Luis Hernández y Miguel Torres; y Rosales y Juankar como carrileros. El equipo dominó todas las facetas del juego e incluso se adelantó por medio de Borja Bastón gracias a un gran testarazo. Sin duda, el estreno goleador del delantero fue una de las grandes noticias que dejó el «bolo». Además, el madrileño gozó de varias ocasiones más con un Jony muy inspirado y mucho más fino y chisposo que el curso pasado.

Y es que, el asturiano fue uno de los grandes protagonistas del partidillo, para lo bueno y para lo malo. Asistió a Bastón desde la izquierda y poco después fue expulsado por una entrada a destiempo sobre Weiser. Una roja muy rigurosa en la que el teatrero Weiser puso mucho de su parte. Tras la expulsión todo cambió, el partido se embarró y el Hertha igualó un poco la balanza contra 10. Así, en dos jugadas aisladas, llegó el empate y la remontada germana. Primero a la salida de un córner y después tras un penalti inexistente que una vez más Weiser se encargó de simular.

En todo caso, pese al resultado y algún error defensivo a balón parado, el Málaga dejó buenas sensaciones y mostró algunos trazos de la idea que Míchel quiere transmitir.

Pero la versión del segundo partidillo, tras la primera derrota, no fue tan buena. Un equipo repleto de canteranos y de los menos habituales, demostró entrega y ganas ante el Duisburg local, equipo de la segunda categoría alemana.

Sufrió más el Málaga, que pronto vio como los alemanes se adelantaban en el marcador tras un error defensivo de Luis Muñoz. En-Nesyri, muy activo arriba, tuvo alguna ocasión para empatar, pero siempre rondó más cercano el segundo gol alemán que la igualada blanquiazul (de naranja ayer con la tercera equipación).

El portero Andrés Prieto, uno de los fichajes de este verano, se empleó a fondo para evitar más goles y fue protagonista del duelo junto a Cifu, de los pocos destacados en el segundo envite.

Por su parte, Pablo Fornals, que pese a su posible marcha al Villarreal, jugó los 45 minutos enteros con el 19 a la espalda se mostró algo más tímido y errático de lo que en él es habitual.

Tras la disputa del torneo en tierras alemanas el equipo regresó a su cuartel general de Garderen y el próximo miércoles volverá a tener otra prueba ante el AZ Alkmaar holandés a partir de las 19 horas.